Encuentros Diarios
Febrero 21, 2025
1. Nueva Esperanza
"Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor
en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado."1
En el libro de Jim Cymbala, Fresh
Wind, Fresh Fire, está la historia de una mujer llamada Roberta Langella.
Una historia que cuenta con sus propias palabras. A la edad de 16 años, dejó un
hogar roto para mudarse a la ciudad de Nueva York, donde comenzó a vivir con un
hombre que le doblaba la edad. Un hombre que la metió en el abuso de drogas
intravenosas a través de la heroína y la cocaína. Una noche después de drogarse,
su novio pensó que había muerto. Él huyo, dejándola en una azotea donde alguien
la descubrió y llamó al 911. Los paramédicos la revivieron.
Sus sentimientos de
inutilidad la llevaron a una relación destructiva, físicamente abusiva y
centrada en las drogas tras otra. Comenzó a ir a clubes clandestinos donde se
drogaba y compartía agujas con 20-30 personas a la vez. Finalmente, ella y su
último novio se quedaron sin dinero, sin comida, los servicios públicos se
habían apagado y estaban vendiendo sus muebles para financiar su hábito de
drogas.
Ante esta situación
imposible, llamó a su madre en Florida, quien la recibió y la metió en
Narcóticos Anónimos, donde dejó el hábito de las drogas y se levantó con una
nueva confianza.
Pero entonces, todo se vino
abajo. Una visita al médico reveló un hecho horrible. Era VIH positivo.
Después de 2 años de estar
limpia, regresó a la cocaína con una venganza. Quería las drogas como nunca.
Después de un atracón de cocaína de una semana, ella estaba realmente al final.
Ante una situación imposible. VIH positivo. Sin dinero. Y sin relación amorosa.
Años antes, había conocido a
una mujer en su edificio de apartamentos que asistía al Tabernáculo de Brooklyn.
Y por alguna razón, ese martes por la noche sin ningún otro lugar a donde
acudir, se presentó en esa iglesia y fue al altar derramando lágrimas que no
pudo detener. "Dios, te necesito en mi vida. ¡Ayúdame por favor!"
Esa noche su vida cambió.
Dios dio esperanza cuando parecía que no había salida.
A pesar de que estaba
enferma, dirigió un ministerio en el Tabernáculo de Brooklyn llamado
"Nuevos Comienzos", un alcance semanal para los drogadictos. Dios usó
su vida y sus errores para el bien, trayendo esperanza a otros que no tenían
ninguna.2
Estoy seguro de que, como
nosotros, la vida de Roberta fue una mezcla de altibajos. Nadie es perfecto, y
como se mencionó antes, todos tenemos esos pecados con los que luchamos. Sin embargo una cosa para recordar
es que Dios está listo para cambiarnos
y ayudarnos a comenzar una nueva temporada en nuestras vidas. Una temporada de
esperanza, transformación y una relación personal con Él que traerá el
crecimiento que anhelamos ver en nosotros mismos.
Oración sugerida: Querido
Dios, he visto
abundar tu gran gracia vez tras vez. Nos tambaleamos, cometemos errores y nos desviamos, sin
embargo, nos amas y nos das la bienvenida con brazos abiertos cada vez. Cambia mi
corazón y ayudame a someterme a tu
voluntad. Usa mis errores como un testimonio para los demás de cómo usas a las
personas quebrantadas y comunes para ser parte de tu plan perfecto. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el
nombre de Jesús, Amén.
Romanos 5:5 (NVI). El libro de
Jim Cymbala, Fresh Wind, Fresh Fire.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
|