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Encuentros Diarios
Agosto 12, 2024
Más descanso, menos estrés
Luego dijo Jesús: “Vengan a mi todos los que están cansados y llevan cargas pesadas y yo les daré descanso.”1
La vida moderna puede ser ajetreada y estresante, y el descanso no es algo a lo que estemos acostumbrados. Muchos de nosotros pasamos nuestros días sintiendo que tal vez nacimos con una lista de tareas incorporada que, no importa cuántas casillas marquemos, parece que nunca la superamos. En poco tiempo nos sentimos agobiados, cansados y abrumados. Trabajas arduamente tratando de mantenerte al día con alguna idea que tienes en la cabeza y te has fijado metas imposibles. Tu teléfono exige tu atención cada vez que suena, instándote a "mantenerte conectado". Si esto te suena conocido, ¿cuándo fue la última vez que te permitiste sentarte y relajarte? ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste un momento de quietud en el que simplemente cerraste los ojos y entregaste tu ajetreo y exceso de trabajo al Señor? En la quietud, es posible que escuches la voz apacible y delicada que te llama a descansar; llamándote a poner tus pesadas cargas a Sus pies. No estamos destinados a cargar con nada de esto por nuestra cuenta. Jesús quiere ayudar. Él dice: "Ven a mí... ¡Yo te daré descanso!" ¡Tenemos permiso para DESCANSAR! Puede ser difícil dejar de lado el estrés que ha sido tu compañero durante tanto tiempo, pero fuimos diseñados para descansar. Nuestro cuerpo necesita descansar y refrescarse... ¡Es esencial!
Dios se aseguró de incluir en el comienzo de las Escrituras que ÉL mismo descansó. Y luego en Mateo dijo: "Aprendan de mí" (11:29). Si el Dios Todopoderoso y Eterno del Universo necesita Su descanso, cuánto más nosotros como humanos limitados. Ríndete por completo al Señor hoy, permítete un descanso muy necesario y luego siéntate y observa cómo el Señor prosperará tu trabajo.
Oración sugerida: Querido Señor Celestial, el descanso es una de las cosas más difíciles de hacer para mí, ¡cuando debería ser lo más fácil! Hoy, te pido que me llenes de valor para dejarlo ir y poner todas mis preocupaciones, tensiones y mi espíritu abrumado a tus pies. Quiero descansar en tu presencia y sentir tu Espíritu llenar mi alma cansada. Te amo, Señor, y te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
1. Mateo 11:28 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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