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Enero 01, 2019

Jesús dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios."¹

Escribiendo en The Age, un periódico de Melbourne, Australia, John Weldon hablo acerca de cómo "la costumbre de hacer propósitos de año nuevo, se ha observado desde los tiempos de la antigua Babilonia—cuando la mayoría de las resoluciones registradas eran acerca y, no es de extrañar teniendo en cuenta la fascinación que la cultura con todas las cosas agrícolas, la devolución de las herramientas de jardinería que habían prestado.'"²

Que gran idea para una resolución practica de Año Nuevo—¡regresar las cosas que hemos pedido prestadas!

Debido a que el día de Año Nuevo es el día especial más antiguo de los "Cinco Grandes: Día de la Madre, cumpleaños, Navidad y Semana Santa," Weldon se sorprende de que alguna compañía publicitaria aún no haya comercializado el día de hoy como lo ha hecho con los otros cuatro para exprimir otro dólar a los clientes.

Afortunadamente, el día de Año Nuevo no se ha comercializado (aún) y al mismo tiempo las resoluciones de año nuevo no duran más de lo que duramos en llegar/caer en la próxima tentación, sigo pensando que es una buena idea el hacer por lo menos una resolución que (con la ayuda de Dios) intentemos mantener con todo vigor y después hacer algo al respecto - siempre y cuando sea una resolución de valor.

Se sugiere la siguiente oración para el Año Nuevo:

"Querido Señor, por favor dame …
Algunos amigos que me conocen y me quieren todavía,
Un corazón agradecido para alabarte siempre y en todo,
Una mente que confía para seguir creyendo en ti sin importar lo que nos depara el futuro,
Una personalidad humilde y agradable,
Una disposición para enseñar,
Un tacto cuidadoso y reflexivo,
Un espíritu de perdón y comprensión,
Una actitud de amor y aceptación para comunicar tu amor a todas las vidas que toqué,
Un trabajo que valga la pena y en el que pueda poner mi mejor esfuerzo y así ayudar a que mi mundo sea un lugar mejor para vivir, y
Una vida que hará una diferencia no sólo en mi mundo, pero en mi calle y, sobre todo, en mi casa. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén."

1. Mateo 5:6-9 (NVI).
2. John Weldon, "Hay oro en esas resoluciones de Año Nuevo," The Age, Melbourne, Australia, 29 de diciembre de 2004, http://www.theage.com.au.

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