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Febrero 07, 2019

"Entonces dijo: —Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición."¹

Francis McNutt, autor de un libro clásico, Sanidad, y director de Ministerios de Sanidad Cristianos nos dice como la respuesta de Dios a la iglesia en una generación puede convertirse en un problema en la próxima generación o siguientes generaciones.

McNutt, en uno de sus reportes de noticias mensuales, La Línea Sanadora, dio el siguiente ejemplo: "En el Viejo Testamento Dios instruyo a Moisés a que pusiera una serpiente de bronce en un palo, para que cualquier persona que lo mirara fuera sanado de mordidas de serpientes durante el tiempo que vagaron en el desierto. Pero luego, siglos después, el buen Rey Ezequías `quebró en pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho' ¡porque los Israelitas lo habían comenzado a adorar!"

Si supiéramos como Pedro "dio la invitación para venir a Cristo" en el día de Pentecostés cuando 3,000 personas se convirtieron, nos agarráramos de este método religiosamente. Hasta nos pelearíamos por ello y permitiéramos que dividiera nuestras iglesias. Afortunadamente, el Nuevo Testamento esta casi completamente silenciado en metodología. Dios está interesado en nuestro corazón—¡no nuestros métodos! Como dijo E.M. Bounds, "Hombres están buscando mejores métodos. Dios está buscando mejores hombres [y mujeres]."

Una de las batallas más grandes en las iglesias ahora es sobre la música y forma de adoración. La realidad es que Dios no está interesado en nuestros métodos de adoración sea contemporáneo, tradicional, o lo que sea, pero con el espíritu de nuestra adoración—la actitud de nuestros corazones. Como Jesús le dijo a la mujer junto al pozo cuando menciono el lugar "apropiado" de adorar, "Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad."² Como la serpiente de bronce, cuando "viejas tradiciones o métodos modernos de adoración" se convierten en el enfoque de nuestra adoración, tal vez estemos tomando todos los pasos, pero sin ver lo principal, ¡que es Dios!

Oración sugerida: "Querido Dios, ayúdame a ser sincero y no perderme en tradiciones y métodos que no son relevantes, pero siempre estar abierto al trabajo de tu espíritu en mi corazón y en mi vida—y en mi iglesia. Y por favor ayúdame a siempre adorarte en espíritu y en verdad—con el corazón. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. Juan 4:24.
2. Marcos 7:9 (NVI).

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