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Noviembre 19, 2018

"Pues todos han pecado y están privados de la gloria [estándar] de Dios."¹
En Australia, donde yo crecí, el jugar a los bolos afuera en el césped era un deporte muy popular. Nunca tuve un interés activo en ello a pesar de que mi madre y algunos de mis primos eran jugadores ávidos. La idea es totalmente opuesta a la del boliche interior donde la meta es tirar un pleno con la bola para tumbar todos los diez bolos. No es así jugando boliche en el césped. Dicho sencillamente, la idea es jugar de tal manera  que su bola se acerque lo más posible al bolo sin tocarlo. Hay otras reglas del curso pero básicamente, como yo entiendo el juego, el que acerque su bola mas al bolo, sin tocarlo, gana la puntuación más alta.

Suena sencillo, pero es mucho más difícil de lo que se ve porque la bola para jugar a los bolos en el césped tiene una forma de platillo, en vez de ser completamente redonda como la bola para jugar boliche interior. La bola también tiene una pesa en un lado que lo hace parcial. Esta parcialidad causa que la bola se jale a un lado cuando la tiran por lo cual tiene que compensar el que la está tirando.

En alguna manera esto es similar a las personas en que nosotros, también, tenemos una parcialidad que, si no lo reconocemos y compensamos por ello, nos guiara en el camino equivocado. La parcialidad es nuestra naturaleza de pecado que heredamos del nacimiento. Es por esto que nos inclinamos hacia el pecado. Si usted no cree esto, fíjese en toda la maldad en el mundo.

¿Así que como podemos vivir para compensar por esta parcialidad? Primero, necesitamos admitir que tenemos esta parcialidad al pecado (naturaleza de pecado), y que somos culpables de pecar, lo cual en cambio, nos ha separado de un Dios santo.

Segundo, necesitamos confesar nuestros pecados a Dios y pedir su perdón basado en el hecho que el dio a su Hijo, Jesús, para morir en nuestro lugar en la cruz para pagar la pena por todos nuestros pecados.

Tercero, necesitamos reconocer la gran solución de Dios para nuestro pecado y aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal.

Cuarto, necesitamos crecer in nuestra vida Cristiana para que lleguemos a ser enteros y maduros espiritualmente, y ser llenos con el Espíritu de Dios que nos dará el poder para vencer nuestra parcialidad pecaminosa y vivir una vida que complazca a Dios.

Así que, si usted nunca ha confesado sus pecados a Dios y ha recibido a Jesús como su Salvador, le animo a que lea el artículo, "Como Estar Seguro Que Es Un Cristiano Verdadero — sin tener que ser religioso," en línea en:  http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

Oración sugerida: "Querido Dios, gracias que aunque soy yo un pecador, tú me amaste tanto que diste a tu Hijo, Jesús, para morir en mi lugar en la cruz para pagar la pena por todos mis pecados. Por favor ayúdame a crecer para llegar a ser entero y maduro, y lléname con tu Espíritu Santo para darme la capacidad para vivir una vida plena que traiga gloria a tu nombre. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. Romanos 3:23 (NVI).

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