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Septiembre 01, 2023

"Luego Nehemías añadió: ‘Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza’." ¹

Los hijos de Israel no son conocidos por ser perfectos. En cambio, eran personas que luchaban por mantener una relación sana y pura con Dios. Una y otra vez los vemos buscar sus propios caminos y, muchas veces, ir en contra de lo que Dios les había instruido que hicieran. Sin embargo, ellos eran el pueblo de Dios. Ellos eran Suyos y los amaba.

En Nehemías 8 vemos a Esdras leyendo el Libro de la Ley delante del pueblo mientras escuchaban atentamente. Al escuchar la palabra que se leía, el pueblo comenzó a llorar al ser vencidos con la condenación o el sentimiento de culpa por su infidelidad al Señor. Se dieron cuenta de que sus vidas y comportamiento no estaban en armonía con la ley y eso produjo una gran tristeza dentro de ellos. Esdras el sacerdote, Nehemías el gobernador, y los levitas que estaban instruyendo al pueblo les aseguraron del perdón de Dios y, en otras palabras, les dijeron que celebraran eso! Nehemías les dice entonces que: "El gozo del Señor es su fortaleza."

Me encanta leer este pasaje porque pinta una imagen tan vívida de cómo Dios nos confronta con nuestro pecado, nos lleva al arrepentimiento, y luego vemos el gozo que Dios siente al reunirse con su pueblo. ¡Podemos encontrar el perdón y la fuerza para avanzar en el gozo del Señor! Su amor por nosotros es tan asombroso.

¿Cuántas veces nos hemos sentido separados de Dios a causa del pecado que hemos permitido en nuestra vida? Con demasiada frecuencia, nos desanimamos con nuestras acciones y queremos volver a Dios, pero sentimos que ya no somos dignos y, muchas veces, permanecemos en nuestro estado de pecado. Quiero asegurarte, amigo mío, que Dios te quiere. Te ama. Cuando nos llama la atención de nuestro pecado es porque anhela restaurarnos a nosotros y nuestra relación con él. Es nuestra oportunidad de confesar nuestros fracasos y experimentar la gracia y la compasión de Dios. El gozo del Señor se encuentra cuando aceptamos su perdón y gracia que nos reúne con él y nos lleva a la restauración.

Oración sugerida: Gracias, Señor, por tu amor inquebrantable y tu perdón inmerecido. Gracias que, aunque fallemos y a menudo me desvíe de tu voluntad, me permites experimentar tu alegría a través de la restauración. Te pido que me enfrentes a cualquier pecado en mi vida que pueda estar obstaculizando mi relación contigo. Ayúdame a ser obediente a ti y disfrutar de tu presencia en mi vida. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1.   Nehemías 8:10 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.