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Encuentros Diarios
Agosto 17, 2023
Apreciando la disciplina
"Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad. Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella."1
Al crecer, recuerdo que mi padre a menudo tenÃa que disciplinarme cuando elegÃa tomar malas decisiones para mà mismo. Aunque sabÃa que estaba mal y no me gustaba tener que enfrentar las consecuencias, todavÃa elegÃa vagar de lo que sabÃa que era correcto. Tal vez no me di cuenta en ese entonces, pero mi padre estaba proporcionando disciplina con firmeza y amor para ayudarme a aprender lecciones de por vida que todavÃa guardo en mi corazón hoy en dÃa.
Durante mis años de adulto también he experimentado la disciplina divina de Dios. A veces puede ser fácil pensar que es injusto, pero debemos recordar que somos hijos de Dios y Él disciplina a aquellos a quienes ama.2 Hebreos 12:7-8 nos recuerda: "Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre? Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegÃtimos.". Dios, como cualquier padre amoroso, no quiere que suframos innecesariamente. Sin embargo, cuando elegimos apartarnos de Su voluntad, permitirá circunstancias en nuestra vida que nos ayuden a parar, reflexionar sobre nuestras acciones y regresar a Sus brazos amorosos.
Como dice el versÃculo de hoy, "la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad". Cada circunstancia en nuestra vida está moldeando nuestro carácter para llegar a ser más como Cristo. Estamos siendo preparados para mucho más que esta vida terrenal, que es temporal. Estamos siendo preparados para la eternidad. Cuando pensamos de lo que Dios nos salvó al adoptarnos como Sus hijos a través de la sangre de Su Hijo, Jesús, podemos apreciar la disciplina que nos da sabiendo que es por su gran amor por nosotros.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu gran amor por mÃ. No sólo enviaste a tu único Hijo, Jesús, a morir en la cruz para pagar la pena por mi pecado y darme la esperanza de la vida eterna, sino que también me guÃas diariamente mientras me enseñas tus caminos. Aunque la disciplina nunca es agradable en el momento, ruego que me ayudes a apreciarla sabiendo que me estás haciendo más como tú. Pido que me des un espÃritu enseñable y humilde para someterme diariamente a tu voluntad en mi vida. ConfÃo que conoces lo que es mejor para mà y que siempre caminas conmigo. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
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Hebreos 12:10-11 (NLT).
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Hebreos 12:6 (NLT). El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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