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Junio 20, 2023

"Y, como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo: ‘Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.’â€�¹

En el ajetreado mundo de hoy, el descanso suele ser algo reservado para unas pocas horas por noche. ¡E incluso entonces, luchamos para poner nuestra mente en paz porque ya estamos pensando en el día siguiente! Pero el descanso, algo diferente del sueño real, es algo bueno, y algo que Dios quiere que hagamos. El descanso permite que nuestra mente, cuerpo y alma se renueven en Dios.

Jesús y sus apóstoles siempre estaban trabajando. Servir a los demás era constantemente parte de su día normal. En la Escritura de hoy me encanta cómo Jesús les dice: "Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco". Así como Dios descansó en el séptimo día después de crear el mundo y todo lo que hay en él, Jesús sabia la importancia del descanso y quiso estar seguro de enseñar esto a sus apóstoles también. Sin embargo, en lugar de despedir a los apóstoles por su cuenta a descansar, los invita a venir con él. Jesús es nuestro lugar de descanso. Es nuestra fuente de paz y fortaleza y nos invita a venir a él y descansar también. En Mateo 11:28 leemos: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso."

Nuestra alma es como un pozo de agua. Si seguimos dando y dando de nosotros mismos, pero no estamos recibiendo agua de nuestra fuente, nos secaremos. Un pozo seco no es beneficioso para nadie. Si nos secamos, nos volvemos ineficaces en nuestro servicio a los demás. No podemos dar lo que no tenemos. Sin embargo, al descansar en Cristo, nuestro pozo se renueva, y podemos continuar nuestro servicio a él con éxito y eficiencia. La Escritura está llena de las promesas de Dios de proveer descanso cuando lo buscamos. Debemos escuchar intencionalmente su invitación de ir y descansar en su presencia.

Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por la invitación de venir y descansar en Ti. Permíteme hacer de mi tiempo contigo una prioridad, para que pueda seguir sirviéndote eficientemente. Si me siento como un pozo seco, pido que me renueves y me llenes. Sea lo que sea que esté enfrentando hoy, elijo descansar en tu presencia. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén." 

1. Marcos 6:31 (NVI). 

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.