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Encuentros Diarios
Agosto 08, 2023
Obediencia y Acción
"Mientras Jesús seguir camino a Jerusalén, llego a la frontera entre Galilea y Samaria. Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia, gritando: ¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! Jesús los miro y dijo: Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra."1
Muchos de ustedes estarán familiarizados con la historia de los "Diez Leprosos" que leemos en el pasaje de hoy. Si recuerdas, la lepra era prácticamente la peor enfermedad que podÃas tener en los dÃas de Jesús. Tener lepra significaba que eras inmundo e incapaz para vivir en la sociedad. Estabas separado de tu familia y amigos sin ninguna esperanza de una cura. Además del dolor fÃsico asociado con esta enfermedad desfiguradora, los leprosos también sufrieron el dolor emocional de sentirse inútiles, avergonzados y no amados.
En el pasaje de hoy vemos a este grupo de diez leprosos venir a Jesús desesperados por ser sanados. Jesús les responde con compasión, como a menudo lo vemos hacer, pero antes de que los cure, les da instrucciones. Jesús les pide que salgan con fe y vayan a presentarse al sacerdote para su inspección como si ya hubieran sido sanados. Además de los deberes religiosos, el sacerdote también era responsable de considerarlos sanados y de darles autorización para regresar a la vida social. Los leprosos no interrogaron a Jesús y se dirigieron a ver al sacerdote. Mientras ellos iban, fueron limpiados de su lepra. Jesús tenÃa el poder de sanarlos inmediatamente, pero decidió dar a los leprosos la opción de obedecer, que luego conduce a su sanación.
Cuando las dificultades vienen a nuestras vidas, a menudo clamamos a Dios pidiéndole que resuelva el problema. Si no vemos la respuesta deseada inmediatamente, nos impacientamos y nos enojamos con Dios porque no está respondiendo, o tomamos el problema de nuevo y tratamos de resolverlo por nuestra cuenta. Sin embargo, los animo a detenerse y pensar en lo que podamos aprender del problema. ¿Te has detenido y escuchado lo que Dios te está diciendo? Cuando lo escuchas, ¿obedeces y tomas la acción que te pide que tomes? Puede que no siempre veamos a Dios responder de la manera que queremos que él lo haga, pero nos dice que confiemos en él y no nos apoyemos en nuestro propio entendimiento.2
Una cosa que Dios me recuerda a menudo es la importancia de buscarlo primero a Él, de hacer de él mi prioridad, y de creer que el se ocupará del resto. Dios es todo poderoso y todo lo sabe. PodrÃa decir la palabra y mejorar todo, pero al igual que en la historia de los leprosos, también nos está diciendo que salgamos con fe, confiemos en él y obedezcamos.
Oración sugerida: Querido Dios, es fácil pedirte que contestes nuestras oraciones, pero muchas veces no es tan fácil obedecer tus instrucciones. Pido que me permitas confiar en tu voluntad y obedecer a pesar de lo que siento, creyendo que tus planes son perfectos, incluso cuando no son mis planes. Te pido que me des sabidurÃa para tomar buenas decisiones y actuar en obediencia cuando me digas que es lo que tengo que hacer. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
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Lucas 17:11-14 (NTV).
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Proverbios 3:5. El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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