Encuentros Diarios
Diciembre 20, 2023
Quienquiera Que Tome al Hijo
"Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida."1
Hace muchos años, habÃa un hombre muy rico que compartÃa una pasión por el coleccionismo de arte con su hijo. TenÃan obras invaluables que adornan las paredes de su finca familiar.
Un dÃa, la nación estaba en guerra y el joven se fue a servir a su paÃs. Después de sólo unas pocas semanas, su padre recibió un telegrama. Su hijo habÃa muerto. Consternado y solitario, el anciano se enfrentó a las próximas vacaciones de Navidad con tristeza. La alegrÃa de la temporada habÃa desaparecido con la muerte de su hijo.
En la mañana de Navidad, un golpe en la puerta despertó al anciano deprimido. Abrió la puerta y un soldado, con un gran paquete en sus manos, lo saludó: "Yo era amigo de su hijo. Yo era el que estaba rescatando cuando murió. ¿Puedo pasar un momento? Tengo algo que mostrarte."
El soldado mencionó que era un artista y luego le dio el paquete al anciano. Era un retrato del hijo del hombre. Aunque el mundo nunca lo considerarÃa obra de un genio, la pintura presentaba el rostro del joven con un detalle llamativo. Superado por la emoción, el hombre colgó el retrato sobre la chimenea, haciendo a un lado millones de dólares de arte.
Terminando de colgar el retrato de su hijo, el anciano se sentó en su silla y pasó la Navidad mirando el regalo que se le habÃa dado. La pintura de su hijo pronto se convirtió en su posesión más preciada, eclipsando con creces cualquier interés en las obras de arte por las que los museos de todo el mundo clamaban.
Medio año después, el hombre murió. El mundo del arte esperó con anticipación para la próxima subasta. Según el testamento del anciano, todas las obras de arte serÃan subastadas el dÃa de Navidad, el dÃa que habÃa recibido el mayor regalo.
Llegó el dÃa y coleccionistas de arte de todo el mundo se reunieron para hacer ofertas por algunas de las pinturas más espectaculares del mundo. Los sueños se cumplirÃan ese dÃa.
La subasta comenzó con una pintura que no estaba en la lista de museos de nadie. Era la pintura del hijo del hombre. El subastador pidió una oferta de apertura, pero la sala estaba en silencio. "¿Quién abrirá la subasta con $100?" Nadie habló. Finalmente, alguien dijo: "¿A quién le importa esa pintura? Es sólo una foto de su hijo. Pasemos a lo bueno".
El subastador respondió: "No, tenemos que vender este primero. Ahora, ¿quién se llevará al hijo? Finalmente, un vecino del anciano ofreció $50 dólares. "Eso es todo lo que tengo. ConocÃa al chico, asà que me gustarÃa tenerlo.
El subastador dijo: "Yendo una vez, yendo dos veces... se ha ido. El mazo cayó. Los aplausos llenaron el cuarto, y alguien exclamó: "¡Ahora podemos subastar por los verdaderos tesoros!"
El subastador miró la sala llena de gente y anunció que la subasta habÃa terminado. Todos estaban aturdidos. Alguien habló y dijo: "¿Qué quieres decir con que se acabó? No vinimos aquà por una pintura del hijo de alguien. ¡Aquà hay millones de dólares de arte! ¿Qué está pasando?"
El subastador respondió: "Es muy simple. Según el testamento del Padre, quien toma al hijo… se lleva todo. 2
El mensaje es el mismo esta Navidad. Dios envió a Su único Hijo, Jesús, para nacer y un dÃa morir en nuestro lugar para que podamos tener vida. Nuestro Padre Celestial hizo esto debido a Su gran amor por nosotros. ¿Tomaras al Hijo esta Navidad? Quienquiera que tome al Hijo, lo tiene todo.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu Hijo Jesús y por la vida que tengo en Su nombre. Abro mi corazón a Ti y pido que me ayudes a vivir una vida de obediencia a tu Palabra. Gracias por las bendiciones que me permites disfrutar y la vida eterna que algún dÃa disfrutaré contigo. Tú has dado todo por mà y yo elijo dar todo por ti. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
-
Juan 20:31(NVI).
-
www.sermoncentral.com El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
|