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Encuentros Diarios

Agosto 01, 2023

"La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos. El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa."¹

Hace poco escuché a un pastor compartir la historia de una pareja joven que compró una casa en un gran pedazo de tierra. Vivieron allí día tras día, pero nunca pensaron en hacer mucho con la tierra. Vivían en la pobreza tratando de pagar la hipoteca de esta propiedad, así que decidieron vender la propiedad. Los nuevos propietarios vieron mucho potencial en la tierra y comenzaron a cavar, plantar y cultivar la tierra. Un día, mientras cavaban, encontraron petróleo. Debido a este tesoro escondido en la tierra, los nuevos propietarios fueron capaces de ganar grandes riquezas, mucho más de lo que jamás habían soñado.

A nosotros se nos ha dado algo de gran valor... la Biblia. Está llena de tantas joyas de sabiduría para ayudarnos a vivir. Nos dice cómo tener relaciones saludables, criar a nuestros hijos, cómo trabajar, y luego nos proporciona consuelo cuando experimentamos sentimientos de soledad, depresión, dolor, etc. ¡Los tesoros escondidos en este libro son infinitos! Sin embargo, si sólo tenemos nuestra Biblia en un estante y nunca nos molestamos en leerla, experimentaremos pobreza espiritual y nunca conoceremos las riquezas que hay dentro. Debemos estudiarla y ponerla en práctica en nuestra vida para experimentar los beneficios y vivir abundantemente.

Dios nos ama tanto que no sólo dio a su Hijo único por nosotros y su Espíritu Santo para ser nuestro consolador, sino que también nos dio un manual. ¡Pídele a Dios que te hable y lo hará! Cuando lees su Palabra y escuchas, él habla. Cuanto más cultivemos nuestra relación con Cristo, más tesoros descubriremos.

Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu Palabra, la Biblia, que nos guía y por todos los tesoros de vida que encontramos dentro. Pido que me permitas leerla y escuchar activamente para que pueda experimentar las bendiciones que tienes para mí. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1. Salmo 19:7-11 (NVI).

 El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.