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Encuentros Diarios
Septiembre 15, 2023
Ser un Alentador
"Sin embargo, algunos de los creyentes que fueron a Antioquia desde Chipre y Cirene les comenzaron a predicar a los gentiles acerca del Señor Jesús. El poder del Señor estaba con ellos, y un gran numero de estos gentiles creyó y se convirtió al Señor. Cuando la iglesia de Jerusalén se entero de lo que había pasado, enviaron a Bernabé a Antioquia. Cuando el llego y vio las pruebas de la bendición de Dios, se lleno de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor. Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llego al Señor.”1
Estoy seguro de que a todos se nos ha dado un apodo en un momento u otro. Muchas veces, estos apodos tienen que ver con una característica que mostramos. Este fue el caso de Bernabé, a quien vemos en el pasaje de hoy. Al nacer, su nombre era José, pero los apóstoles lo llamaron Bernabé, que literalmente significa "Hijo de aliento". Qué hombre tan increíble debe haber sido para que otros detectaran este don evidente que poseía. Bernabé no sólo poseía este don, sino que lo hizo de buen uso. Lo vemos a lo largo del ministerio de Pablo yendo de un lugar a otro animando a otros a seguir adelante, dando esperanza donde era necesario, y siempre tratando de ver lo mejor en los demás.
Hay algo en el dar aliento que, aunque nos resulte difícil creer o aceptar, nunca deja de estar en nuestro corazón o mente. Hablo por experiencia cuando digo que todos podríamos usar un Bernabé en nuestras vidas, pero a veces para tener un Bernabé, primero necesitamos ser como Bernabé. Hoy quiero animarlos a ser un alentador. Ser una de esas personas que alientan a los demás a cosas más grandes en el Reino de Dios.
El duque de Wellington, un famoso líder militar que derrotó a Napoleón, fue preguntado al final de su vida si tenía algún remordimiento. Dijo que si se arrepentía era que no daba más elogios. Alguien dijo una vez: "Si vienes con halagos, no te creemos, si solo me criticas, nunca seremos amigos, si me ignoras quizá no te perdone, si me animas, no te olvidare". Esto definitivamente debería ser un objetivo para todos nosotros los cristianos. Encuentra maneras de alentar diariamente a los demás a mantenerse fieles al Señor, a seguir avanzando, a ver sus fortalezas en lugar de debilidades, y al hacerlo, también pueden ser un animador para los demás.
Oración sugerida: Padre Celestial, ayúdame a ser como Bernabé. La vida es tan difícil y muchas personas luchan a diario sólo para encontrar la esperanza que necesitan para seguir adelante. Pido que me guíes y me des las palabras para ser un alentador para todos los que conozco. También pido que cuando yo necesite aliento, que también me permitas rodearme de personas como "Bernabé", que me motivan a permanecer fiel a Ti. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Hechos 11:19-24 (NTV). El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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