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Encuentros Diarios
Octubre 05, 2023
Confiando que Dios Proveerá
"Entonces la palabra del Señor vino a él con este mensaje: 9 ‘Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allÃ. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer’. 10 Asà que ElÃas se fue a Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró a una viuda que recogÃa leña. La llamó y le dijo: —Por favor, tráeme una vasija con un poco de agua para beber.11 Mientras ella iba por el agua, él volvió a llamarla y le pidió: —Tráeme también, por favor, un pedazo de pan. 12 —Tan cierto como que vive el Señor tu Dios —respondió ella—, no me queda ni un pedazo de pan; solo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mÃ. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre! 13 —No temas —le dijo ElÃas—. Vuelve a casa y haz lo que pensabas hacer. Pero antes prepárame un panecillo con lo que tienes, y tráemelo; luego haz algo para ti y para tu hijo. 14 porque asà dice el Señor, Dios de Israel: ‘No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el dÃa en que el Señor haga llover sobre la tierra’.15 Ella fue e hizo lo que le habÃa dicho ElÃas, de modo que cada dÃa hubo comida para ella y su hijo, como también para ElÃas. 16 Y tal como la palabra del Señor lo habÃa anunciado por medio de ElÃas, no se agotó la harina de la tinaja ni se acabó el aceite del jarro."1
Este pasaje de las Escrituras siempre ha sido uno de mis favoritos para leer. Es una historia que inspira esperanza y, para ser honesto, a quién no le gusta un final feliz, ¿verdad? Pero si lees de cerca, te das cuenta de que hay un par de puntos claves de los cuales podemos aprender.
Obediencia. Al seguir a Cristo, siempre tendremos la opción de obedecer o no. En la historia de hoy vemos obediencia de ElÃas cuando el Señor le dice que fuera a Sarepta, y también vemos obediencia de la viuda cuando ElÃas dice que primero le haga un pedazo de pan, y luego hiciera algo para ella y su hijo. Este acto de obediencia de su parte conduce al cumplimiento de la palabra de Dios a ElÃas.
Confianza. Como padre, sólo puedo imaginar lo que esta viuda debe haber estado sintiendo, sabiendo la pequeña cantidad de comida que le quedaba, y luego se le pidió que regalara una porción primero. ¡CreÃa que ella y su hijo iban a morir! Sin embargo, cuando ElÃas comparte con ella lo que el Señor le habÃa dicho, ella decide confiar en su palabra y obedecer. Todo estaba fuera de su control, pero su elección de confiar en lo que el Señor habÃa dicho conduce a una provisión sin fin para ella y su familia.
Todos estamos llamados a confiar y obedecer a Dios todos los dÃas. Ya sea con nuestras finanzas, problemas, relaciones, nuestros hijos, trabajo, etc., Dios quiere que le demos todo. Él ve todas las diferentes piezas de nuestro rompecabezas (nuestra vida) y sabe lo que viene después. Dios es fiel, y proporcionará lo que necesitamos, cuando lo necesitemos, pero ¿confiamos lo suficiente en él para hacer lo que él nos está pidiendo? ¿Estamos dispuestos a dejarle todo y permitirle trabajar? Muchas veces, olvidamos que Dios no ha cambiado. Es el mismo ayer, hoy y para siempre. Puede seguir haciendo todo lo que una vez hizo. La pregunta es, ¿estamos dispuestos a hacer nuestra parte y confiar en Él?
Oración sugerida: Querido Dios, eres Omnisciente, Todopoderoso, y fiel. No cambias y siempre cumples tus promesas. Pido que, como ElÃas y la viuda, me permitas confiar y obedecerte, especialmente cuando no puedo ver lo que sigue, sabiendo que estás conmigo y puedes hacer mucho más de lo que puedo imaginar en cualquier situación que pueda estar enfrentando. Yo sé que estas conmigo. Elijo confiar en que proporcionarás lo que necesito cuando lo necesite. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
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1 Reyes 17:8-16 (NVI). El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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