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Noviembre 02, 2023

"Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡Cuánto te alabo! Te alabare mientras viva; a ti levantare mis manos en oracion."¹

Érase una vez un rey que gobernó un vasto dominio. Era la persona más rica del mundo: miles de caballos, docenas de hogares, acceso a todo lo que su corazón deseaba. No había nada que nadie pudiera darle que no poseía ya.

Un día, en la puerta de la sala del trono, un niño le pidió entrar para que le diera algo al rey. Con miradas de crítica, los guardias se movieron para permitirle pasar. Uno llevó al niño a la presencia del rey y anunció con una sonrisa en su rostro: "Señor, este niño ha venido a presentarle un regalo".

—Puedes proceder —dijo el rey, extendiendo su mano hacia el niño—.

El niño dio dos pasos hacia adelante, se despejó la garganta y comenzó a cantar una canción de su propia creación. Estaba un poco fuera de tono, pero las palabras hablaron alabanza y acción de gracias al rey por la misericordia y generosidad que el rey había mostrado a la familia del niño durante la reciente muerte de la madre del niño.

Cuando el niño terminó, el rey que lo poseía todo, con lágrimas en la cara, descendió del trono, abrazó al niño y le dijo: "Gracias por ese hermoso regalo. Tu me has traído gran alegría a mi corazón.²

Este es un ejemplo de nosotros en adoración. El Rey al que servimos es dueño de todo - no hay nada que podamos traerle que Él no posee ya. Y, sin embargo, desea nuestra adoración genuina. Él no busca regalos de corazón vacíos, sino que desea nuestras palabras simples e imperfectas de acción de gracias, alabanza y gratitud. A través de nuestra adoración compartimos un regalo que trae gozo al corazón mismo del Rey que lo posee todo.

Oración sugerida: Querido Dios, te alabo por tu gran amor y fidelidad. Me lo demuestras, no por nada de lo que he hecho, sino por lo que soy en ti. Gracias por tu perdón y por permitirme tener una relación personal contigo. Sólo tu eres digno de alabanza, gratitud y acción de gracias para siempre. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1. Salmo 63:3-4 (NTV).

2. www.sermoncentral.com

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.