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Encuentros Diarios
Octubre 06, 2023
Caminando en Humildad
"No hagan nada por egoÃsmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás." 1
Shane Claiborne, que pasó un verano en los barrios bajos de Calcuta con la Madre Teresa, escribió sobre su experiencia allÃ. Ella dijo: "La gente a menudo me pregunta cómo era la Madre Teresa. A veces es como si se preguntaran si brillaba en la oscuridad o tenÃa un halo. Era baja de estatura, arrugada y preciosa, tal vez incluso un poco nerviosa, como una hermosa y sabia abuelita. Pero hay una cosa que nunca olvidaré: sus pies. Sus pies estaban deformados. Me preguntaba si habÃa contraÃdo lepra. Pero no iba a preguntar, por supuesto. "Oye Madre, ¿qué te pasa con los pies?" Un dÃa una hermana nos dijo: '¿Han notado sus pies?'. Asentimos con la cabeza, en curiosidad. Ella dijo: "Sus pies están deformados porque obtenemos suficientes zapatos donados para todos, y ella no quiere que nadie se quede con el peor par, asà que los busca y los encuentra. Y años de hacer eso han deformado sus pies. Años de amar a su prójimo como ella misma deformó sus pies."2
La humildad es algo que es de gran importancia en la vida cristiana, pero desafortunadamente muchas veces se pierde en la mezcla de nuestras vidas ocupadas. La humildad significa que nuestro enfoque no está en nosotros mismos, sino en los que nos rodean. Si siempre estamos enfocados en nosotros, perderemos las oportunidades que Dios nos da para bendecir a los demás, ministrar a los demás, cuidar de los demás y ser la presencia de Dios a los demás. Buscamos hacer esto no por nuestra propia gloria o reconocimiento, sino porque eso es lo que Dios nos llama a hacer, y cuando se haga con humildad, Dios nos bendecirá.
Oración sugerida: Querido Dios, dame los ojos para ver las necesidades de los que me rodean. Dame tu corazón de compasión para cuidar genuinamente y servir a los que me rodean con amor y humildad. No para buscar mi propio beneficio o reconocimiento, sino para ser su presencia en este mundo herido y mostrarles que en Ti tenemos esperanza y vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
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Filipenses 2:3-4 (NVI).
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www.sermoncentral.com
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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