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Encuentros Diarios
Mayo 15, 2024
Regalo Incomparable
"Sin embargo, cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor, él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo. El derramo su Espíritu sobre nosotros en abundancia por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Por su gracia él nos hizo justos a sus ojos y nos dio la seguridad de que vamos a heredar la vida eterna."1
Dana Chau cuenta la historia de un misionero en África que tenía mala salud y dependía de la leche de cabra para su fuente de vitaminas. Un día, el líder tribal vino a visitar al misionero. Después de unos minutos, era obvio que el líder tribal estaba interesado en la cabra. El misionero decidió dar la cabra al líder tribal como gesto de bondad para construir la confianza necesaria para compartir el amor de Dios. A cambio, el líder tribal le dio al misionero su bastón. Sin la leche de cabra, el misionero se volvió más débil y débil en los próximos días. Usando el bastón que recibió del líder tribal, entró en el pueblo para comprar un poco de leche de cabra. Cuando se ofreció a comprar la leche de cabra, su dinero no fue aceptado. En cambio, le dijeron que tenía derecho a cualquier cosa en este pueblo que quisiera. Cuando el misionero preguntó por qué, los aldeanos explicaron que el bastón que sostenía era el cetro que pertenecía al líder tribal. Poseer ese cetro le otorgaba derecho a todo en el pueblo.
Qué regalo tan hermoso y generoso recibió este misionero sin saberlo. Amablemente dio lo que tenía al líder tribal buscando construir confianza y relación, pero recibió más de lo que podía haber imaginado a cambio.
Lo mismo ocurre con nosotros y Dios. No hay nada que podamos hacer para superarlo. Él no sólo nos dio la Salvación por medio del sacrificio de Jesús en la cruz, sino que también nos dio la oportunidad de tener una relación personal con él, nos dio Su Espíritu Santo para guiarnos y consolarnos siempre, y nos dio la vida eterna en el Cielo con Él. Él nos llama Sus hijos y cuando elegimos aceptar su regalo, Él proporcionará todas nuestras necesidades de acuerdo con las riquezas de Su gloria en Cristo Jesús.2 Todo lo que debemos hacer es darle nuestro corazón.
Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por todo lo que me has dado y todo lo que me permites disfrutar. Tu regalo para mí vino a un gran precio, y nunca voy a ser capaz de pagarlo. Te pido que me permitas aceptarlo con humildad y gratitud, y que no lo dé por sentado, sino que lo comparta con los demás. Te doy mi corazón y te pido que me ayudes a vivir en obediencia a ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén."
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Tito 3:4-7 (NTV).
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Filipenses 4:19 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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