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Encuentros Diarios

Enero 19, 2024

"El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene."¹

Al comienzo de cada año, una gran cantidad de personas hacen metas para mejorar su salud fisica y tener buen peso. La mayoria ponen estas metas porque se quieren ver y sentir mejor. Yo tengo una enfermedad autoinmune, asi que constantemente tengo que estar alerta de lo que estoy comiendo y evitar ciertos ingredientes lo mas que se pueda. Tambien tengo que incluir ciertos ejercicios en mi rutina diaria para ayudar a mantener mis sintomas bajo control. Nuestros cuerpos fisicos requieren mucha atencion a veces, pero esto me hace pensar... ¿Cómo esta nuestra salud espiritual?

Si bien es importante ser buenos administradores de estos cuerpos terrenales que Dios nos ha dado, pero es de mayor importancia fortalecer nuestros "músculos" espirituales. Podemos fortalecer los músculos de nuestra fe despertando cada mañana y eligiendo confiar en Dios y teniendo una actitud de gratitud. Podemos alimentar nuestra fe leyendo la palabra de Dios y teniendo una comunicación constante con él a través de la oración. Y cuando necesitamos tiempo para revitalizar o sanar, podemos descansar en los brazos de nuestro Padre y dejar que Él nos hable y nos dé dirección y motivación.

Cuidar nuestro cuerpo nos ayudará a estar fácilmente disponibles para la obra física que Dios ha planeado para nosotros, pero el ejercicio espiritual fortalecerá nuestro corazón para servir humildemente a Dios sirviendo compasivamente a los demás. No sólo estaremos mejor preparados para esta vida, sino también para la vida venidera cuando veamos a nuestro Señor cara a cara.

Oración sugerida: Querido Dios, gracias por este cuerpo que creaste. Enséñame a ser un buen administrador de mi salud física, pero aún más importante, de mi salud espiritual. Ayúdame a ejercer mi fe pasando tiempo en tu Palabra y estando en comunicación contigo, y al hacerlo, estar preparado para esta vida y la vida venidera. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1. 1 Timoteo 4:8 (NTV).