Encuentros Diarios
Febrero 23, 2024
No te rindas
"Asà que no temas, porque estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; Te sostendré con mi diestra victoriosa."1
Ignacy Jan Paderewski, el famoso pianista, estaba programado para tocar en una gran sala de conciertos en Estados Unidos. Fue una extravagancia de la alta sociedad. Presente en el público esa noche estaba una madre y su niño inquieto de nueve años. Ella lo habÃa traÃdo con la esperanza de que cuando escuchara la obra del gran compositor, se animarÃa a practicar.
Cuando la madre se volvió a hablar con unos amigos, el niño se escapó y se sintió extrañamente atraÃdo por el piano Steinway en la plataforma. Mirando fijamente las teclas, el niño se sentó en el taburete; colocó sus pequeños dedos en las teclas y comenzó a tocar "Palillos". El rugido de la multitud llegó a un silencio mientras las caras frunciendo el ceño apuntaban en su dirección. Alguien empezó a gritar: "¡Aleja a ese chico de ahÃ!" "¿Dónde está su madre?" Que alguien baje a ese chico."
El maestro compositor escuchó los sonidos al frente. Rápidamente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y se apresuró hacia el escenario. Sin una sola palabra de anuncio, se inclinó detrás del niño, se acercó por ambos lados y comenzó a improvisar una contra melodÃa para armonizar con "Palillos". Mientras tocaban juntos, el compositor seguÃa susurrando al oÃdo del niño: "Sigue adelante; no te rindas. Sigue tocando; no te detengas. No te rindas..."2
Es lo mismo para nosotros que obramos para el Señor. Nuestra obra musical de "Palillos" puede no estar impresionando a nadie, y pueden tratar de disuadirnos de continuar. Pero cuando empezamos a rendirnos y escuchar a la multitud, escuchamos al Maestro decir: "Sigue adelante; no te detengas; no te rindas." Cuando estamos sirviendo al Señor con todo nuestro corazón, y viviendo en obediencia a Su Palabra, no importa lo que otros puedan decir o pensar. Dios nos defenderá, nos fortalecerá y nos ayudará a seguir adelante. Las decepciones pueden convertirse en victorias cuando el Maestro entra y comienza a tocar la contra melodÃa.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias porque no estoy solo. No soy perfecto y puede que no sea el mejor en muchas cosas, pero te pido que me ayudes a servirte de todo corazón y confiar en que serás mi fuerza y me ayudarás a seguir avanzando a pesar de la oposición. Te pido que me uses para traerte gloria. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén."
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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