Encuentros Diarios
Mayo 07, 2024
El secreto de estar contento
"No es que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo. Se vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.”1
Dos viejos amigos se conocieron en la calle un día. Uno parecía triste y casi al borde de las lágrimas. Su amigo preguntó: "¿Qué te ha pasado, viejo amigo?"
El triste dijo, "Déjame decirte. Hace tres semanas, mi tío murió y me dejó cuarenta mil dólares."
"Eso es mucho dinero", dijo su amigo.
"Pero ya ves", continuó el triste hombre, "hace dos semanas, un primo que nunca conocí murió, y me dejó ochenta y cinco mil dólares, libre y claro".
El amigo respondió: "Eso suena como si hubieras sido muy bendecido".
"No entiendes!", Interrumpió el triste. "La semana pasada mi tía abuela falleció. Heredé casi un cuarto de millón de ella."
El amigo estaba realmente confundido y dijo: "Entonces, ¿por qué estás tan triste?"
"Esta semana no conseguí nada!"
¿Alguna vez has dado por sentadas las bendiciones de Dios? ¡Sé que lo he hecho en un momento u otro! Al igual que el hombre en la historia de hoy, es fácil empezar a esperar esas bendiciones y actuar como si tuviéramos derecho a tales bendiciones. Pero, ¿qué sucede cuando nos quitan esas bendiciones o nos encontramos en situaciones difíciles? A menudo, nos quejamos rápidamente y preguntamos a Dios por qué sucedió esto.
Pablo es un gran ejemplo de lo que es tener mucho y nada. Sus circunstancias mientras escribía el pasaje de hoy eran miserables, ya que estaba encadenado en prisión. Sin embargo, escribe: "He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación...” Pablo había aprendido a centrarse más en lo que tenía en lugar de centrarse en lo que no tenía. Se centró en el perdón que había recibido en Jesús, en la vida eterna que le esperaba, y en el amor y la gracia que Dios le había dado. Había aprendido que lo que tenía en Cristo era mucho más grande que las cosas que no tenía aquí en la tierra. Cuando nos damos cuenta de que esta vida es temporal (incluyendo las posesiones materiales que podemos disfrutar), podemos ver lo que nos sucede como parte de nuestra preparación para la eternidad. Cuando nos centramos más en lo que tenemos en Cristo y menos en lo que no tenemos aquí en la tierra, nosotros también podemos aprender el secreto de estar contentos con todo lo que Dios nos da o no nos da, y podemos enfrentar todas las circunstancias porque Él será nuestra fuerza.
Oración sugerida: Querido Dios, Ayúdame contar mis bendiciones, grandes y pequeñas, y nunca darlas por sentadas. Te pido que me ayudes a vivir centrado en todas las cosas que tengo en ti... cosas que son eternas en lugar de temporales. Ya sea que tenga mucho o nada, pido que yo, como Pablo, pueda aprender el secreto de estar contento en ti. Gracias por ser mi fuerza en cada situación. En el nombre de Jesús, amén.
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Filipenses 4:11-13 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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