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Encuentros Diarios
Julio 19, 2024
Sólo respira
"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios..."1
Si alguna vez ha pasado alguna cantidad de tiempo conduciendo en una autopista del sur de California, entonces, probablemente esté familiarizado con los términos "Hora Pico" y "Furia vial". Estos términos suelen ir de la mano porque es durante "Hora Pico", cuando todo el mundo está literalmente corriendo a llegar a casa después de un largo dÃa, que nos encontramos con automovilistas que atraviesan los carriles en la posible búsqueda de algo de paz en casa. Estos momentos no suelen sacar lo mejor de nosotros, y nos encontramos sintiendo que un poco de esa rabia comienza a surgir. Es bastante fácil sentirse estresado e incluso abrumado durante estos tiempos de conducción porque todo el mundo a tu alrededor parece estar en una carrera contra el tiempo; una batalla por el camino.
En su contexto original, Salmos 46:10 es un relato de Dios diciendo a las naciones beligerantes que "se estuvieran quietosâ€, dejen de luchar, dejen de luchar y reconozcan que yo soy Dios, exaltado entre las naciones. Estas mismas palabras fueron utilizadas más tarde en las Escrituras por Jesús para calmar los vientos furiosos y el mar. En un momento en que los apóstoles sintieron la rabia de la tormenta que se les venÃa sobre ellos, Jesús pronunció estas palabras para dar a conocer una vez más Su poder y autoridad. (Marcos 4:37-41)
Ya sea que nos encontremos luchando contra el tiempo- donde nunca parecemos tener suficiente de él y siempre estamos corriendo tarde o los plazos se avecinan sobre nosotros; ya sea una tormenta financiera en la que estamos y nos sentimos abrumados por las olas de facturas o pagos debidos y simplemente no podemos permanecer a flote, esa autopista de repente se convierte en una metáfora de nuestras vidas en la que estamos constantemente corriendo o luchando para estar en un lugar donde podemos recuperar el aliento. Es precisamente en este momento cuando tenemos que pisar el freno de nuestras vidas y reducir la velocidad. Es ahora que necesitamos respirar hondo y reconocer a nuestro Señor diciéndonos: "Esten quietos. ¡Reconozcan que tengo el control y toda la prisa que llevan no es para nada porque seré exaltado! Sólo respira".
Oración sugerida: Querido Señor Poderoso, mientras la vida se apresura y se enfurece a mi alrededor ayúdame a recordar que sobre todo el ruido que allà estas. Ya has ganado la victoria en las batallas que, en mi opinión, buscan derrotarme. Vengo a ti hoy para encontrar descanso. Por favor, lléname de tu paz. En nombre de Jesús, Amén.
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Salmos 46:10. El Encuentro de hoy fue escrito por: Veronica B.
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