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Septiembre 28, 2023

"Enséñame tus decretos, oh, Señor; los cumpliré hasta el fin. Dame entendimiento y obedeceré tus enseñanzas; las pondré en practica con todo mi corazón. Hazme andar por el camino de tus mandatos, porque allí es donde encuentro mi felicidad. Dame entusiasmo por tus leyes en lugar de amor por el dinero. Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra.”¹

En el Salmo 119:16-176, vemos la descripción del salmista de la palabra de Dios. Es una hermosa relación que él comparte con Dios a través de la obediencia a Su palabra. Similar al salmista, un autor desconocido escribió una vez:

"Este Libro es la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de la salvación, la perdición de los pecadores, y la felicidad de los creyentes. Sus doctrinas son santas, sus preceptos son vinculantes; sus historias son verdaderas, y sus decisiones son inmutables. Léalo para ser sabio, crea que es seguro, practícalo para que sea santo. Contiene luz para dirigirte, comida para alentarte y consuelo para animarte. Es el mapa del viajero, el bastón del peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado y el carácter del cristiano. Aquí se restaura el paraíso, se abre el cielo y se revelan las puertas del infierno. Cristo es su gran sujeto, nuestro bien su diseño, y la gloria de Dios su fin. Debe llenar la memoria, gobernar el corazón y guiar los pies. Léalo despacio, con frecuencia, con espíritu de oración. Es una mina de riqueza, un paraíso de gloria y un río de placer. Sigue sus preceptos y te llevará al Calvario, a la tumba vacía, a una vida resucitada en Cristo; sí, a la gloria misma, por la eternidad".

Si usted, como yo, ha pasado cualquier cantidad de tiempo leyendo la palabra de Dios, estoy seguro de que podríamos pensar en varias veces donde podríamos relacionarnos con las descripciones anteriores. Personalmente hablando, a menudo he encontrado consuelo, guía y esperanza al pasar tiempo con Dios en Su palabra. La cosa es, sin embargo, que aunque "sabemos" la importancia de leer la palabra de Dios y el poder que se encuentra en ella, a menudo descuidamos hacerla una prioridad en nuestras vidas. Pasamos el día confiados de nuestro propio conocimiento humano y comprensión limitada para enfrentar la vida. Esto muchas veces nos deja estresados, confundidos, llenos de arrepentimiento, y con una sensación de "agotamiento". Pero Dios no tenía la intención de que pasáramos solos por esta vida,  razón por la cual nos dejó su Espíritu Santo como nuestro Consolador y Su Palabra para iluminar nuestro camino. Podemos encontrar la verdad y experimentar el verdadero gozo permaneciendo en la palabra de Dios y viviendo en relación con Él. Sin embargo, si lo hacemos o no es nuestra elección. ¿Qué elegirás hoy?

Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu Palabra, que es donde puedo encontrar todo lo que necesito para vivir. Perdóname por tratar de confiar en mi propio entendimiento más que en Ti. Ayúdame a hacer de mi tiempo contigo una prioridad, para que yo, como el salmista, pueda experimentar la belleza que se encuentra en una vida vivida en relación contigo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1. Salmo 119:33-37 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.