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Encuentros Diarios
Octubre 04, 2023
¡Hundirse o nadar!
"’Señor, si eres tú,’ respondió Pedro, ‘mándame que vaya a ti sobre el agua.’ ‘Ven’ dijo Jesús. Pedro bajo de la barca y camino sobre el agua en dirección a Jesús. Pero, al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces grito, ‘¡Señor sálvame!’ En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?’" 1
Cuando mis hijos estaban aprendiendo a nadar, una de las mayores luchas que tuvieron fue aprender a poner la cabeza bajo el agua. El instructor de natación les aseguraba que estaba ahà y que les ayudarÃa si lo necesitaban, pero aún asà mis hijos se resistÃan a ir bajo el agua. Un dÃa mi hija finalmente reunió el valor para hacerlo, y poco a poco se fue bajo el agua. Su instructor se paró justo al lado de ella hablando en voz alta para que mi hija escuchara su voz mientras estaba debajo del agua. Tomó varios intentos, trabajando poco a poco, pero hoy mi hija es una ávida nadadora y a menudo recuerda las palabras de seguridad de su instructor que escuchaba mientras estaba bajo el agua.
A menudo pienso en cómo podrÃa ser más fácil seguir y obedecer a Jesús si lo tuviéramos aquà en persona, al igual que el instructor de natación. Sin embargo, cuando leemos historias como el pasaje de hoy, nos damos cuenta de que el miedo y la duda son respuestas naturales que vienen sin importar qué. Pedro tenÃa a Jesús justo delante de él, con los brazos extendidos, diciéndole que viniera, pero aun asà dudo. Sin embargo, me encanta la respuesta de Jesús. Cuando Pedro gritó, inmediatamente se acercó y lo sujetó. Casi puedo imaginar a Jesús moviendo la cabeza mientras lo sacaba del agua, pero Jesús lo tranquilizó cuidadosamente, pero al mismo tiempo lo reprendió por dudar.
Estoy seguro de que cada uno de nosotros podrÃa identificarse con Pedro de una manera u otra. ¿Dónde hemos permitido que la duda y el miedo entren en nuestras vidas? ¿Qué nos está llamando Dios a hacer que podamos estar evitando porque dudamos de que estamos preparados? Sea lo que sea, mi amigo, Jesús está allÃ. Nos está llamando a tener la confianza para dar ese primer paso. Al igual que el instructor de natación de mis hijos, Jesús está a nuestro lado, dándonos palabras de seguridad mientras seguimos tratando de "nadar" en sus caminos. Y en esos momentos en los que empezamos a hundirnos, Jesús está listo para venir a nuestro rescate cuando le llamamos.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por nunca dejarme o abandonarme. Gracias, también, por tu paciencia conmigo mientras aprendo a confiar en ti y a seguir con confianza tu voluntad para mi vida. Pido que en esos momentos en los que el miedo y la duda vienen, que tu voz los domine. Ayúdame a mantener mis ojos en ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
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Mateo 14:28-31 (NVI). El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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