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Abril 29, 2024

"Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los gentiles. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas."¹

El otro día recibí un mensaje de un joven. Anteriormente, él y yo nos habíamos reunido varias veces para hablar, ya que trataba de superar ciertas adicciones en su vida, pero por diferentes razones, no habíamos podido reunirnos en un tiempo. Su mensaje simplemente decía: "¿Puedes orar por mí? Todo lo que necesito en este momento es una oración sencilla".

Su mensaje me recordó dos cosas. Primero, me recordó el tipo de oración que Dios anhela escuchar de nosotros. A Dios no le importan las palabras elocuentes que usamos o cuán bellamente fluyen juntas nuestras oraciones.  Ã‰l se interesa por el corazón detrás de la oración. No importa si nuestra oración dura 5 segundos o 5 minutos, Dios quiere que seamos sinceros, genuinos y humildes en la forma en que oramos. A menudo escucho a la gente decir: "No sé cómo orar", a lo que respondo: "Solo habla como si estás dejando un correo de voz para tu mejor amigo". Dios sólo quiere oír de nosotros, en nuestras propias palabras y a nuestra manera.

En segundo lugar, su texto me recordó la frecuencia con la que sentimos la necesidad de "arreglar" a las personas cuando buscan ayuda. Esto no debería ser así mis amigos. Muchas veces, el mejor curso de acción de nuestra parte es simplemente decir una oración sencilla por ellos y dejar el resto a Dios. Dios se encontrará con ellos donde están cuando llamen, pero a veces nuestro deseo de ser "como Dios" se interpone en el camino de la obra que Dios está queriendo hacer en ellos.

La oración es poderosa y es la mejor manera de ganar cualquier batalla en nuestras vidas. Si quieres escuchar la guia de Dios en tu vida, ¡habla con él! Él está esperando para comunicarse con nosotros, pero nuestro corazón también debe estar listo para escuchar.

Oración sugerida: Querido Dios, gracias por ser mi amigo. El hecho de que tú, el Creador de todas las cosas, quieras saber de mí me deja asombrado. Te pido que ayudes que mis palabras sean genuinas y que yo me presente ante ti con humildad, sabiendo que una oración sencilla es realmente todo lo que anhelas escuchar. Dame sabiduría, también, para saber cómo cuidar mejor a los demás en su momento de necesidad. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1. Mateo 6:7–8 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.