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Abril 25, 2024

"La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre."¹

La mayoría de las personas disfrutan de tener plantas vivas y flores en y alrededor de su casa. La mayoría disfruta de la vista de un hermoso paisaje lleno de árboles y plantas verdes. Hay aquellos bendecidos con el don de crecer y mantener hermosas plantas y flores, y luego están aquellos que, aunque disfrutan de las plantas, ¡no pueden mantener una viva el tiempo suficiente para disfrutarla! Yo mismo soy uno de estos últimos. Hay una planta en mi casa, y realmente creo que simplemente se ha resignado a vivir bajo mis condiciones. Me encanta tener plantas y flores frescas en mi casa, pero por alguna razón nunca parecen prosperar bajo mi cuidado. Recientemente, estaba buscando en Internet consejos sobre el cuidado adecuado de las plantas, cuando me encontré con un anuncio de una aplicación que puedes descargar en tu teléfono que te permite tomar una foto de tu planta y la aplicación puede identificar el tipo de planta que tienes y el cuidado que necesita. Ya sea agua, luz solar o vitaminas que mi planta necesita, ¡la tecnología ahora puede ayudarme a cultivar plantas saludables!

Las plantas, sin embargo, son creaciones vivas y como tales eventualmente se secarán y se desvanecerán. Ninguna cantidad de tecnología puede detener eso. Incluso la tecnología misma cambiará, pero la Biblia nos asegura que una cosa nunca se va a secar y desvanecer; una cosa permanecerá para siempre y esa es la Palabra de nuestro Dios. Al igual que una aplicación puede decirme cómo cuidar de mi planta, la Palabra de Dios puede instruirme sobre cómo nutrir mi salud espiritual y prosperar bajo el cuidado de mi amoroso Creador. Al pasar tiempo en la Palabra de Dios, puedo empaparme de Su amor y, por lo tanto, reflejar Su belleza a través de mis palabras y hechos. La Palabra de Dios nos fue dejada como una especie de manual de instrucciones y cuando nos sentimos secos y marchitados, podemos abrir la Biblia y regar nuestra alma sedienta con las bendiciones y promesas que se encuentran dentro de las páginas de la Palabra de Dios. Cuando nos sentimos marchitados, podemos elevar nuestra voz al Hijo en oración y permitir que Su luz brille sobre nosotros. Como parte de la hermosa Creación de Dios, nosotros también necesitamos ser nutridos y podados. Permite que el Creador recorte y riegue como mejor le parezca, para que podamos crecer en seres espiritualmente sanos, podados para el Reino de Dios.

Oración sugerida: Querido Dios, nuestro Creador Todopoderoso, nutre mi alma y lléneme de tu amor para que pueda prosperar cuando lea tu Palabra y brille cuando pase tiempo en oración contigo. Deja que otros vean tu trabajo en mí. Permíteme reflejar tu gloria y belleza a todos los que encuentre. En el Nombre de Jesús, Amén.

1. Isaías 40:8.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Veronica B.