Encuentros Diarios
Enero 22, 2025
Cambio de corazón
"... Un sembrador salió
a sembrar… Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio
una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se habÃa
sembrado."1
En 1918, un notorio criminal
llamado Tokichi Ichii fue sentenciado a la horca.
Mientras estaba en prisión
en Tokio, dos misioneras, Srta. West y Srta. McDonald, le enviaron un Nuevo
Testamento. Después de una visita de la señorita West, el comenzó a leer la
historia de la crucifixión de Jesús. Cuando llegó al punto en que Jesús dijo:
"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen", algo "hizo
clic" dentro de su corazón. Escribió:
"Me detuve: me
apuñalaron en el corazón, como por un clavo de cinco pulgadas. ¿Qué me reveló
este versÃculo? ¿Debo llamarlo el amor del corazón de Cristo? ¿Debo llamarlo Su
compasión? No sé cómo llamarlo.
Solo sé que, con un corazón
indescriptiblemente agradecido, creÃ. "La gente dirá que debo tener un
corazón muy triste porque estoy esperando diariamente la ejecución de la
sentencia de muerte. Este no es el caso. No siento ni tristeza ni angustia ni
dolor alguno. Encerrado en una celda de prisión de seis pies por nueve de
tamaño, soy infinitamente más feliz de lo que era en los dÃas de mi pecado
cuando no conocÃa a Dios".
Cuando Tokichi se paró en el
andamio con la soga alrededor de su cuello, con gran seriedad pronunció sus
últimas palabras: "Mi alma, purificada, hoy regresa a la Ciudad de
Dios".2
La Palabra fue sembrada en
la vida de este hombre, y fue cambiado. ¿SabÃan la señorita West y la señorita McDonald
en qué tipo de tierra sembrarÃan? No es probable. Pero sabÃan que en algún
lugar de esa prisión habÃa alguien que necesitaba escuchar del gran amor de
Dios por ellas. Su fidelidad llevó a este prisionero de la esclavitud
del pecado a la libertad en Cristo.
Sigue sembrando la semilla,
amigo mÃo. Dios dará el crecimiento en su tiempo, pero nuestro trabajo es
difundir constantemente las buenas nuevas del amor de Dios. No sabemos de quién
será la vida cambiada para siempre por nuestra obediencia y fidelidad a Dios.
Oración sugerida: Querido
Dios, dame un corazón de compasión y amor por los demás. Cambia mi actitud y
perspectiva según sea necesario para ser un mejor reflejo de ti. Ayúdame a
mantenerme fiel y consistente mientras siembro la semilla de Tus Buenas Nuevas,
y que la tierra en la que caiga sea buena, permitiendo el cambio que los traerá
a Ti. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.
Mateo 13:3 y 8 (NVI).
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El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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