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Encuentros Diarios
Noviembre 08, 2022
Actitud de Gratitud
"Al entrar en una aldea, diez hombres con lepra
se quedaron a la distancia, gritando: ¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de
nosotros! Jesús los miro y dijo: Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y,
mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, cuando vio que
estaba sano, volvió a Jesús, y exclamo: ‘¡Alaben a Dios!’ Y cayo al suelo, a
los pies de Jesús, y le agradecio por lo que habÃa hecho. Ese hombre era
samaritano. Jesús pregunto: ‘No sane a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve?’â€
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La lepra en los tiempos bÃblicos se
consideraba una enfermedad muy terrible. No estoy seguro de cuál serÃa el
equivalente a ella hoy, pero era una enfermedad de la piel que, una vez que
alguien la contraÃa, se consideraba incurable y las personas con esta enfermedad
eran expulsadas de la sociedad. Cuando estos hombres le pidieron a Jesús que
tuviera piedad de ellos, probablemente no esperaban ser sanados, pero pueden
haber sospechado algo cuando Jesús les dijo que fueran y se presentaran ante el
sacerdote. El sacerdote era la única persona que podÃa otorgar un certificado
de buena salud y permitir que las personas sanadas ingresaran nuevamente a la
sociedad. Lo que es interesante notar es que la sanidad de estos hombres tuvo
lugar a medida que "iban". Su sanidad tuvo lugar, de repente, cuando
estos hombres comenzaron a obedecer a Jesús. ¡Solo puedo imaginar la
sorpresa que estos hombres deben haber sentido cuando comenzaron a ver las
caras de sus camaradas aclararse de la enfermedad! Incluso con un milagro tan
tangible que tuvo lugar en el pasaje de hoy, todavÃa sólo un hombre regresó
para agradecer humildemente a Jesús.
¿Cuántas veces en nuestras vidas le pedimos algo a
Dios, pero luego, cuando llega, nos olvidamos de mostrar gratitud y aprecio por
Su respuesta? De repente nos volvemos desagradecidos y damos por sentado
las bendiciones simplemente porque obtuvimos lo que querÃamos o nos sentimos
"merecedores" de ello. O si no obtenemos lo que queremos en este
momento, ¡fallamos en agradecer a Dios por todo lo que YA nos ha dado! La
gracia de Dios en nuestras vidas es abundante y serÃamos insensatos si la
diéramos por sentada. Y no olvidemos que la bendición de Dios en nuestras
vidas vendrá a medida que "vayamos" en obediencia a Su voluntad.
Oración sugerida: "Querido Dios, por favor dame
un corazón y un espÃritu agradecido, para que siempre dé y exprese crédito
donde se debe, gracias donde se debe agradecer y aprecio donde se debe. Y,
sobre todo, dame un corazón agradecido por las innumerables bendiciones que me
has dado tan libremente y especialmente por Tu regalo de salvación y un hogar
en el Cielo para estar contigo para siempre. Ayúdame a vivir de tal manera que
mi vida sea una expresión viva de gratitud por todo lo que has hecho por mÃ.
Gracias por escuchar y contestar mi oración. Agradecido, en el nombre de Jesús,
amén".
1. Lucas 17:12-17 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por:
Crystal B.
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