|
Encuentros Diarios
Noviembre 18, 2022
Elegir a Dios por encima de todo
"Luego Ana oró:
'¡Mi corazón se alegra en el Señor! El Señor me ha fortalecido. Ahora tengo una
respuesta para mis enemigos; Me alegro porque tú me rescataste. ¡Nadie es santo
como el Señor! Aparte de ti, no hay nadie; no hay Roca como nuestro Dios."1
Se ha dicho que a la
gente le gusta recibir regalos, pero no les gusta regresarlos. Si nos dieran
algo que habÃamos estado deseando durante mucho tiempo, pero luego tuviéramos
que devolverlo, ¡estoy segura de que la mayorÃa de nosotros nos quejarÃamos!
Sin embargo, la historia de Ana es todo lo contrario, por lo que es tan
inspiradora para mÃ.
Ana no habÃa podido tener hijos; algo que ella habÃa
deseado tan desesperadamente. Ella habÃa soportado insultos y habÃa sido
irrespetada por la otra esposa de su esposo, que tenÃa varios hijos. Elcana, el
esposo de Ana, la amaba mucho a pesar de su infertilidad, pero Ana todavÃa
anhelaba tener hijos más que nada. Por lo tanto, Ana oró a Dios por un hijo,
pero también prometió que, si Él respondÃa a su oración, ella devolverÃa este
hijo a Dios. Como madre, no puedo imaginar hacer esta promesa. Enamorarse de sus hijos es inevitable una vez
que los sostiene en sus brazos y espera verlos crecer.
Aunque estoy segura de
que fue difÃcil para Ana, ella cumplió su promesa y llevó a Samuel al templo
donde se quedó para servir al Señor. Lo que es aún más inspirador es que Ana no
se arrepintió ni se resintió por esto, sino que vemos su respuesta de gratitud
al Señor. Ella eligió adorar al Dador de esta bendición, en lugar de enfocarse
únicamente en el regalo. Debido a esto, Samuel fue usado de grandes maneras por
el Señor. ¡Qué gozo trae cuando nuestra obediencia y gratitud conducen a cosas mucho
más grandes que Dios tiene reservadas!
Oración sugerida:
Querido Dios, me has dado más bendiciones de las que puedo contar. Regalos que
he pedido, y otros que he recibido simplemente porque lo has creÃdo
conveniente. Ayúdame a no olvidar que todo regalo bueno y perfecto viene de ti,
y que siempre eres digno de mi alabanza agradecida. Ya sea que ese regalo esté
aquà para quedarse, o simplemente para disfrutar por un momento, estoy
agradecido por todo. PermÃteme obedecer siempre tu voluntad, y confiar en que
todo lo que das o quitas en mi vida será usado para algo más grande. Gracias
por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1 Samuel 2:1-2 (NTV).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Crystal B.
|
|