Encuentros Diarios
Enero 17, 2023
Difundiendo el amor
Asà que, ¡gracias a Dios! quien nos ha hecho sus cautivos
y siempre nos lleva en triunfo en el desfile victorioso de Cristo. Ahora nos
usa para difundir el conocimiento de Cristo por todas partes como un fragante
perfume.1
Hace un par de
años, comenzamos a usar aceites esenciales como una forma pura y natural de
llenar nuestro hogar con fragancias dulces y aromas curativos. La difusión de
aceites de eucalipto y lavanda ha traÃdo descanso y alivio a mi familia en esas
noches en que los resfriados y la tos mantienen alejado el sueño.
Recientemente, una amiga entró en mi casa e inmediatamente reconoció el olor
que emitÃa mi difusor. Se quedó allà por un momento disfrutando del aroma
reconfortante antes de irse de nuevo, comentando cómo era su aroma favorito.
Sin embargo, no a todos les gusta el olor de los aceites esenciales y prefieren
aromas artificiales que parecen desprender aromas más dulces.
En 2 Corintios
capÃtulo 2, el apóstol Pablo nos da un desafÃo alentador para ser difusores
personales de Dios: difundir la dulce fragancia del conocimiento de Dios. Para aquellos que conocen a
Jesús, ese aroma será realmente dulce; la pureza de su aroma será
inmediatamente reconocida. Sin embargo, habrá quienes lo critiquen y se alejen
de él, buscando aromas artificiales que puedan parecer más atractivos. Sin
embargo, para otros, usted puede ser la fragancia que los lleva a Cristo.
Como cristianos,
estamos llamados a llevar el aroma de Cristo dondequiera que vayamos. Somos
llamados a llenar nuestro mundo con la fragancia del olor dulce del amor de
Jesús. Cuando somos amables, perdonadores, amorosos, en otras palabras, cuando
vivimos de la manera que Dios quiere que lo hagamos, ¡nos convertimos en
difusores del amor de Dios para todos los que nos rodean!
Oración sugerida:
Amado Padre Celestial, tienes las Palabras de Vida que todos necesitan escuchar
y conocer. PermÃteme ser usado por ti como un recipiente para difundir el dulce
olor de tu amor dondequiera que vaya. En el nombre más precioso de Jesús, Amén.
1.
2
Corintios 2:14.
El Encuentro de
hoy fue escrito por: Veronica B.
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