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Encuentros Diarios
Enero 19, 2023
Dios nos desea
"No te hagas ninguna
clase de Ãdolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o
en el mar. No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor
tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerara que entregues tu corazón a otros
dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de
los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.
Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y
obedecen mis mandatos."1
Mientras que el primer
mandamiento prohÃbe tener otros dioses además del único Dios verdadero, el
segundo mandamiento prohÃbe hacer cualquier imagen que se use como objeto de
adoración. El verbo adorar se refiere al acto de inclinarse ante un
superior o un gobernante para mostrar reverencia y obediencia. Como hijos de
Dios, no debemos hacer imágenes para representar a Dios, ni debemos adorar
imágenes de ningún tipo. Nadie ha visto a Dios, por lo tanto, Él no puede ser
confinado a nuestros lÃmites mentales. Él no debe ser adorado como deseamos,
sino más bien de la manera que Él ordena. Juan 4:24 nos dice que "Dios es
EspÃritu, asà que los que le adoran deben adorar en espÃritu y en verdad".
Dios siempre verá el motivo de nuestro corazón, que es la fuente de la
verdadera adoración.
El Señor es un Dios
celoso y desea lo que es legÃtimamente suyo. Esto difiere de la envidia, que es
el deseo de algo que no es legÃtimamente tuyo. El pueblo de Israel habÃa hecho
un pacto con Dios, y Dios dejó en claro que habrÃa consecuencias si rompÃan su
parte del trato. Este pacto entre Israel y Dios era como un matrimonio. Dios,
el esposo, quiere que su esposa (su pueblo) le sea fiel, como Él es fiel a
ella.
Los Ãdolos pueden
parecer diferentes hoy de lo que eran cuando los Diez Mandamientos fueron dados
por Dios, pero su deseo de que adoremos solo a Él sigue siendo el mismo. SerÃa
prudente evaluar nuestras vidas y ver qué estamos permitiendo tomar nuestro
tiempo y atención. ¿Estamos adorando a Dios y dándole lo mejor de nosotros o le
estamos dando sólo nuestro tiempo libre (si es que lo hay)? La obediencia a
Dios y Sus mandamientos traerá bendiciones y el amor inagotable de Dios, no
solo para nosotros, sino también para nuestras generaciones futuras.
Oración sugerida:
Querido Dios, sólo tú eres digno de mi adoración. Perdóname por las cosas que
he permitido que te quiten mi tiempo y atención. Ayúdame a obedecer tus
mandamientos y a ser fiel a ti, como tú eres fiel a mÃ. Que mi ejemplo de
verdadera adoración guÃe a mis hijos y a las generaciones futuras hacia ti. En
el nombre de Jesús, amén.
1. Éxodo 20:4-6 (NTV).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Crystal B.
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