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Febrero 01, 2023

"No es que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo. Se vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vació, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas."¹

Filipenses 4:13 se usa a menudo como un versículo motivacional cuando se trata de alcanzar nuevas metas, entrar en una nueva etapa de la vida o prepararse para un evento académico o atlético. Sin embargo, cuando Pablo escribió esto, estaba en prisión. Durante este tiempo, Pablo había descubierto que basar tu contentamiento en tus circunstancias es engañoso, pero había aprendido que su gozo y contentamiento se encontraban en Aquel que trasciende todas y cada una de las circunstancias. Sabía que podía hacer todas las cosas, en cualquier situación, porque Cristo era la fuente de su fortaleza y estaba en control. Así es como realmente podría estar contento.

Creo que el punto clave en el pasaje de hoy es que Pablo aprendió a estar contento. Nuestra naturaleza humana puede encontrar fácil quejarse cuando enfrentamos situaciones difíciles, pero nosotros también podemos aprender a estar contentos dondequiera que estemos. Estar contento no significa necesariamente que renuncies al hecho de que no obtengas lo que esperabas; en cambio, significa que estamos dispuestos a continuar trabajando fielmente donde Dios nos tiene, sabiendo que Él siempre nos está enseñando y trabajando a través de nosotros.

Estoy seguro de que hay cosas que nos gustaría ver cambiar en nuestras circunstancias actuales, pero ¿podemos estar contentos en ellas y permitir que Dios cumpla su propósito para nosotros?  Si confiamos en que su plan es perfecto, sabemos que nos dará todo lo que necesitamos, será nuestra fuerza dondequiera que estemos, y aprenderemos a estar contentos.

Oración sugerida: Querido Dios, como Pablo, también hemos experimentado buenos momentos y tiempos difíciles. Te pido que ayudes a que mi respuesta imite la suya, y que aprenda a estar contento donde estoy, sabiendo que tienes el control y que caminarás conmigo siempre. No puedo hacer nada sin ti. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1.    Filipenses 4:11-13.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.