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Febrero 03, 2023

"... Ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdono a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros. Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonia."¹

Fuimos creados para estar en relaciones. Primero y ante todo con Dios, luego con los demás. Sin embargo, las relaciones no siempre son fáciles. A veces podemos encontrarnos en situaciones desordenadas donde es difícil navegar cuál debería ser nuestro próximo paso. Es importante recordar que nuestra meta es glorificar a Dios con nuestras palabras y acciones a pesar de la situación. Puede haber momentos en los que nos encontremos dando vueltas y vueltas con las mismas discusiones, lo que puede causar desaliento y hacer que queramos rendirnos. Pero antes de rendirme, he aprendido a dar un paso atrás y tomarme un descanso en silencio. Cuando te retiras de una conversación acalorada, evitas decir algo enojado que no deberías haber dicho. Sentarse en silencio con Jesús, lejos de las emociones y la frustración, es muchas veces justo lo que necesitamos para desenredar el desorden.

Durante el tiempo de silencio a los pies de Jesús, podemos pedirle a Dios sabiduría y claridad para entender la situación. Podemos humillarnos y pedirle a Dios que nos muestre nuestra parte en el problema y la dirección de nuestra próxima acción. Comprender que cada persona está en diferentes etapas de la vida y el crecimiento espiritual puede ayudar a producir paciencia y gentileza al elegir cómo hablarles. Proverbios 15: 1 nos recuerda que, "una respuesta suave aleja la ira, pero una palabra dura despierta la ira". ¡Puedo decirte por experiencia que quien dijo "Los palos y las piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca pueden lastimarme" estaba mintiendo! Las palabras pueden dejar heridas invisibles que son difíciles de sanar. Por lo tanto, es importante elegir nuestras palabras sabiamente mientras buscamos resolver el conflicto.

Después de pasar este tiempo con Dios, podemos estar seguros de que Él está en control, y él aclarará la solución. Cuando hacemos todo lo posible para manejar bien el conflicto, se quita la presión de tener que hacer que todo salga bien.  Muchas relaciones se fortalecen en tiempos de conflicto, a medida que aprenden a comprender y apreciar las diferencias. Otras relaciones, sin embargo, llegarán a su fin. La única persona que podemos controlar somos nosotros mismos, así que mientras actuemos con amor y busquemos la guía de Dios, podemos dejar el resultado en manos de Él. Podemos descansar sabiendo que Dios está haciendo cosas buenas en nosotros y a través de nosotros.

Oración sugerida: Señor, durante situaciones difíciles te pido que me ayudes a recordar dar un paso atrás y pasar un tiempo en silencio contigo. Ayuda a que mis palabras y acciones te glorifiquen, y ayúdame a confiar en ti con el resultado. Reemplaza mi ansiedad con tu paz y dame sabiduría en todas las cosas. En el nombre de Jesús, amén.

1.    Colosenses 3:12-14.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.