Encuentros Diarios
Febrero 14, 2023
"Yo prometo"
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se
une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.1
"Yo ... te recibo a ti...
como esposa (esposo) y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad
y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y asà amarte y respetarte
todos los dÃas de mi vida."
Estas palabras han sido los votos
tradicionales intercambiados por muchas de las parejas durante su ceremonia de
boda. Dichos bellamente, con lágrimas en los ojos, los novios, tan enamorados,
repiten estas palabras solemnes con la profunda convicción de que estarán allÃ
el uno para el otro, incondicionalmente, para siempre. O, como en muchos casos,
son promesas vacÃas repetidas como parte de una tradición consagrada por el
tiempo que no tienen ningún mérito o valor real y se rompen fácilmente antes
del primer aniversario de bodas de la pareja.
Estos votos fueron pronunciados
por primera vez por Dios cuando sopló vida en el primer matrimonio entre Adán y
Eva. Esta primera ceremonia de boda tuvo lugar en El Principio, en el dÃa 6,
como parte de la gloriosa Creación de Dios. Él fue el centro de esta primera
relación, y Adán y Eva disfrutaron de todos los aspectos de su unión pura y
santa. Este era el plan de Dios, Su don de amor y compromiso para ser
compartido por dos personas. Pero su historia de amor perfecta fue distorsionada
por el pecado cuando permitieron que Dios no fuera el centro de su matrimonio.
"En la sociedad
actual estamos viendo la dramática redefinición del matrimonio; pero en Génesis 2 podemos leer un relato histórico revelado por el
primer matrimonio. Cuando Dios creó al primer hombre, buscó una contraparte
adecuada (versÃculo 18). No escogió ni un animal ni un duplicado exacto del
hombre, sino que creó a una mujer, formada de manera única para la intimidad,
el compañerismo, la co-obra y la procreación (versÃculo 22). 2 ¡El
plan de Dios era y es perfecto!
Ya sea que esté a punto de decir "Yo prometo"
o haya hecho esa promesa hace 10, 20 o 40 + años, sepa que su matrimonio es un
regalo de Dios; ¡Perfectamente diseñado para ti! Tómese un momento hoy para
tomar las manos de su esposa o esposo, mÃrelos a los ojos como lo hizo en ese
dÃa especial y dÃgales de nuevo: ¡Yo prometo!
Oración sugerida: Querido Padre Amoroso, desde el
principio dejaste clara tu voluntad para mi matrimonio. Gracias por el cónyuge
que amorosamente elegiste para mÃ. ¡Qué hermoso es tu diseño para tu Creación!
Hoy, me comprometo con mi cónyuge una vez más; prometiendo mantenerte en el
centro de mi matrimonio para que pueda crecer y florecer como tú quisiste. En
el nombre de Jesús, Amén.
1.
Génesis 2:24.
2.
www.answersingenesis.org, Simon Turpin, 2016.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Veronica B.
|