Encuentros Diarios
Marzo 03, 2023
El que escucha mi clamor
"A ti elevo mi oración,
oh Señor, roca mÃa; no cierres tus oÃdos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor
serÃa darme por vencido y morir. Escucha mi oración que pide misericordia,
cuando clamo a ti por ayuda, cuando levanto mis manos hacia tu santo templo… ¡Alaben
al Señor! Pues el oyó que clamaba por misericordia."1
La angustia que el
salmista expresa en las escrituras de hoy es evidente. Él ve la maldad a su
alrededor, y se siente desesperado por ver que se haga justicia. Tal vez se
está preguntando por qué el mal parece prosperar, y está listo para ver a los
malvados recibir el castigo que tanto merecen (v.4). Incluso en este momento en
que siente que el mal prevalece, vuelve su corazón hacia Dios y reconoce que
Dios es nuestra esperanza en todas las circunstancias, especialmente en
aquellas que parecen sin esperanza.
Puedo relacionarme con
el salmista, ya que yo también he clamado a Dios por justicia cuando veo todo
el mal en nuestro mundo. A veces puede ser fácil cuestionar a Dios por qué
permite tal sufrimiento. La verdad es que nunca estuvo en el plan original de
Dios que el mal y el sufrimiento fueran parte de nuestras vidas. Él creó todo
perfecto y hermoso. Adán y Eva tuvieron el privilegio de experimentar la vida
que Dios quiso para nosotros. Fue sólo debido a los errores humanos y la
desobediencia a Dios que el pecado entró en el mundo. Desde entonces, ha habido
una lucha constante del bien contra el mal a nuestro alrededor, y dentro de
nosotros. Nuestra decisión de seguir a Cristo es una elección intencional que
hacemos todos los dÃas, a pesar de las tentaciones y luchas que surgen.
En Juan 16:33 Jesús dijo
que tendrÃamos problemas en este mundo, pero también nos recuerda que debemos
animarnos porque él ha vencido al mundo. Él sigue siendo la esperanza que este
mundo roto necesita tan desesperadamente. Elijamos, como el salmista,
acercarnos a Dios en nuestra desesperación, en lugar de alejarnos de Dios por
causa de ello. Dios escuchará nuestros clamores, responderá y estará a nuestro
lado a través de todo.
Oración sugerida:
Querido Dios, hay dÃas en que el mal a mi alrededor parece abrumador. El dolor
y el sufrimiento en este mundo crece constantemente y mi corazón se rompe al
ver la maldad. Ayúdame a acercarme a ti sabiendo que serás mi fuerza y escudo. Mi
esperanza está en ti en todas las circunstancias, y mi deseo es compartir esta
esperanza con los demás. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el
nombre de Jesús, amén.
1. Salmo 28:1-3, 6 (NTV).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Crystal B.
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