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Encuentros Diarios
Marzo 07, 2023
La alegría del perdón
"¡Oh, qué alegría
para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre
su pecado! Si, ¡que alegría para aquellos a quienes el Señor les borro la culpa
de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!"1
Piensa en un momento en
el que hiciste algo que sabías que no estaba bien. Lo más probable es que
sintieras un sentimiento de culpa y ni siquiera pudiste descansar por eso. Es difícil
enfrentar la fuente de tu culpa y arrepentirte, pero el alivio que sientes una
vez que lo has confesado trae paz y renueva tu alegría.
Sabemos que el pecado
nos separa de Dios porque Dios no puede ver el pecado. Esta separación es algo
que David conocía bien porque, como tú y yo, él había cometido pecados y
llevaba el peso abrumador de esos pecados, que se negó a confesar. ¡Pero oh, la
alegría que sintió cuando se arrepintió de sus pecados y dejó de tratar de
ocultar su culpa! Él experimentó el gozo y la bendición que es vivir libre de
la esclavitud del pecado. El apóstol Pablo también era alguien que conocía el pecado,
pero una vez que fue confrontado por Dios y se arrepintió, pudo reiterar las
palabras de David en Romanos 4: 7-8 cuando dijo: "Oh, qué alegría para
aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubren los
pecados. Si, que alegría para aquellos a quienes el Señor les borro el pecado de
su cuenta.”
La Biblia dice que
todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios, pero
desafortunadamente, muchos han tratado de ocultar su pecado o excusar la culpa
que sienten culpando a su pasado, a la persona que los ha ofendido, o
simplemente por el orgullo que nos impide admitir que nos equivocamos.
Cualquiera que sea el caso, usted es responsable de lo que hace y no hace. Si
te niegas a arrepentirte y continúas culpando a los demás, no solo te perderás
el gozo y las bendiciones que provienen del perdón de Dios, sino que esas excusas
no funcionarán cuando te presentes ante Dios un día. Sin embargo, cuando te
arrepientes y permites que Dios cree un corazón limpio dentro de ti, el peso se
levanta y experimentas la verdadera libertad y las bendiciones que Dios tiene
reservadas para ti.
Oración sugerida:
Querido Dios, por favor perdóname si he tratado de ocultar mis pecados o hacer
excusas por ellos. ¡Hoy elijo confesarlos abiertamente a Ti y permitirte
limpiar mi registro! Crea en mí un corazón limpio y permíteme experimentar la
alegría de tu perdón. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre
de Jesús, amén.
1. Salmo 32:1-2 (NTV).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Crystal B.
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