|
Encuentros Diarios
Marzo 23, 2023
Sin filtro
Pero yo daré gracias al Señor una y otra vez; lo alabare
ante todo el mundo.1
¿Alguna vez has
conocido a una persona que, literalmente, dice todo lo que está pensando? Ya
sea positivo o negativo, ¡estas personas no tienen filtro! A lo largo de esta
temporada de Cuaresma, mientras leÃa los Salmos, he notado que David era uno de
estos tipos "sin filtro". Sus Salmos elevan la alabanza al Señor con
una serie de exaltaciones; Su poesÃa es verdaderamente una inspiración para
nuestras propias oraciones. En sus dÃas buenos, las palabras de los salmos de
David tienen el poder de ponernos de rodillas, levantar nuestras manos y adorar
al Todopoderoso junto con él, pero luego, están sus dÃas malos. ¡No hubiera
querido estar entre los enemigos de David! Asà como usó sus palabras para
glorificar al Señor, las usó para maldecir a sus enemigos. Oró, en detalle, por
la venganza que deseaba sobre aquellos que lo habÃan perjudicado. Recuerdo que
me enseñaron a orar por nuestros enemigos, pero el Salmo 109 lleva eso al
siguiente nivel. No está claro quién le habÃa hecho daño, pero aquà encontramos
a David rogando a Dios que castigara a esta persona dejando que «sus hijos sean
huérfanos de padre y su esposa viuda» (v.9), permitiendo que esos niños se
conviertan en mendigos (v.10) y que nadie les muestre bondad (v.12). ¡Incluso
quiere castigar a los padres de esta persona (v.14)! En el versÃculo 20 dice:
"Que esas maldiciones sean el
castigo del Señor para los acusadores que hablan mal de mÃ." El siguiente versÃculo, sin embargo, me hizo
reÃr: "Pero a mi trátame bien, oh Señor
Soberano, ¡por el honor de tu propia fama! Rescátame porque eres tan fiel y
bueno." Señor,
castigalos por lo que me hicieron, ¿pero sé bueno conmigo? ¡Esto no fue lo que
me enseñaron en absoluto! Pensé que no debÃamos desear el mal a nuestros
enemigos. Pero, al leer estos Salmos de nuevo, me doy cuenta de que hay una
lección más profunda que aprender aquÃ; Dios desea nuestra transparencia. Dios desea que seamos especÃficos con nuestra oración; "venir
confiadamente delante de Él" (Heb. 4:16) y, como un niño, decirle todo lo que estamos sintiendo,
bueno y malo. ¡Qué hermoso pensamiento!
Que hermoso que
un Dios tan poderoso me permitiera venir a Él y ser completamente vulnerable y
contarle TODOS mis sentimientos sin ser juzgado, solo amado y perdonado. ¡David
tenÃa razón! Su falta de filtro con el Señor le permitió tener una relación
pura y abierta con su Padre Celestial. ¿No tienes ganas de orar ahora mismo?
Oración sugerida:
Padre amoroso, siempre he sabido que conoces mi corazón; que nada se te oculta.
Pero el poder hablar en voz alta, todo lo que está en mi corazón es un peso
literal que se me quita. Deseo una relación pura y abierta contigo y por lo
tanto, vengo a ti ahora mismo... sin filtro... En el nombre de Jesús, Amén.
1.
Salmos
109:30 (NTV).
El Encuentro de
hoy fue escrito por: Veronica B.
|
|