Encuentros Diarios
Abril 04, 2023
En lo que Dios se deleita
"El Señor no se deleita en los brÃos del caballo, ni se complace en la fuerza del hombre, sino que se complace en los que le temen, en los que confÃan en su gran amor."1
Las personas pueden tener una vista muy limitada cuando se trata de cosas que admiran. El valor de una persona a veces se basa en sus posesiones o logros. Admiramos a una persona rica o exitosa y a menudo queremos eso para nosotros mismos. Admiramos el poder que tienen las personas y su influencia en una comunidad o lugar de trabajo. Lamentablemente, también comenzamos a compararnos con los demás y es entonces cuando podemos volvernos ineficaces. Comenzamos a alimentarnos con la mentira de que, si no poseemos esto o aquello, o tenemos una cierta cantidad de finanzas disponibles, entonces no podemos hacer tanto como aquellos que las poseen.
A menudo recuerdo cuando David fue llamado por Dios para ser rey de Israel. Cuando Samuel fue a ungir a uno de los hijos de IsaÃ, ¡esperaba elegir a un hombre grande, fuerte y guapo! Incluso él tuvo que ser recordado: "No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazon."2 Dios escogió al más pequeño de todos para que la gente supiera que era el poder de Dios obrando a través de él.
Dios es dueño de todo, por lo que la posesión material no significa nada para él. Él es todopoderoso, por lo que no necesita nuestro poder o posición humana. Dios se deleita en aquellos que pueden reconocer Su poder y amor infalible. Dios usa a las personas para Su gloria basada en su humildad y voluntad, no en base a sus posesiones. Él ve nuestro corazón. Deja de creer la narrativa que el mundo te está diciendo y elige poner tu confianza solo en Dios. Él ve quién eres a través de Su Hijo perfecto, Jesús. ¡En Él, podemos hacer todas las cosas!
Oración sugerida: Querido Dios, ayúdame a conocer y confiar en tu amor inagotable por mÃ. Por favor, elimina las mentiras que me han dicho y ayúdame a creer que puedes usarme y tienes un plan especial para mi vida. Quiero deleitarte y glorificarte en todo lo que digo y hago. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1. Salmo 147:10-11 (NVI).
2. 1 Samuel 16:7.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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