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Encuentros Diarios

Mayo 09, 2023

"En realidad, Dios coloco cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿Qué seria del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo."¹

Un padre estaba teniendo un día particularmente estresante en el trabajo. Entonces, decidió ausentarse del trabajo unas horas antes para ver a su hijo jugar al fútbol. El equipo de su hijo estaba formado por niños y niñas que todavía estaban tratando de aprender a jugar. Después de unos minutos, el entrenador hizo sonar el silbato y llamó a los jugadores para hablar con ellos. Él dijo: "Miren chicos, no pueden ganar si todos corren detrás de la pelota. Tienes que jugar tu posición, luego esperar a que un compañero de equipo te pase la pelota".

El Señor usó las palabras de ese entrenador de fútbol para ayudar a ese hombre de negocios a entender que había estado tan ocupado tratando de resolver los problemas de todos los demás, que no estaba jugando su propia posición. Al día siguiente regresó a la oficina y sugirió algunas ideas nuevas, y después de pasarlas de un lado a otro desde sus diferentes posiciones, estos hombres y mujeres pudieron encontrar soluciones y nuevos enfoques para sus objetivos comerciales.²

Hay un dicho común que dice: "Si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo". Sin embargo, este nunca fue el plan de Dios dentro de Su iglesia. ¡Esta mentalidad solo hará que nos sintamos completamente estresados y abrumados! Dios nos ha dado a cada uno de nosotros dones y talentos especiales para que los usemos para Él, pero si no permitimos que estos talentos se practiquen porque "podemos hacerlo mejor", entonces solo estamos siendo un obstáculo en el crecimiento de los demás. Dios no comete errores; Por lo tanto, nuestras fortalezas y debilidades individuales fueron dadas con propósito. Están destinados a complementar a los demás, y a su vez, los dones de los demás también nos complementarán a nosotros. Si queremos aprender a trabajar eficientemente dentro del Reino de Dios, entonces cada uno de nosotros debe aprender a desempeñar su posición.

Oración sugerida: Querido Dios, gracias por los dones que me has dado. Gracias, también, por mis debilidades ¡porque aquí es donde puedo verte trabajar a través de otros! Ayúdame a mostrar siempre paciencia y gracia a medida que mis dones, y los dones de los demás, se desarrollan para tu gloria. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.

1.    1 Corintios 12:18–20 (NVI).

2.    www.sermoncentral.com

El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.