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Encuentros Diarios
Junio 08, 2023
Nuestro Padre sabe mejor
"Y el Señor le dijo: 'Los hijos que llevas en tu vientre llegarán a ser dos naciones, y desde el principio las dos naciones serán rivales. Una nación será más fuerte que la otra; y tu hijo mayor servirá a tu hijo menor.’"1
La historia de la paternidad de Isaac comenzó de manera similar a la de su padre, Abraham. Asà como Abraham oró por un hijo, Isaac también suplicó al Señor por su esposa, Rebeca, porque ella no podÃa tener hijos. ¡Dios contestó su oración y bendijo a Isaac y Rebeca con gemelos! Desde el comienzo de su embarazo, Rebeca sabÃa que algo estaba sucediendo en su vientre, por lo que consultó con el Señor, y vemos la respuesta del Señor en el versÃculo clave de hoy. Aunque Esaú nació primero, Dios ya habÃa elegido a Jacob como sucesor de Isaac.
La Biblia dice que Isaac amaba a Esaú; tal vez por eso Isaac estaba avanzando con su plan de dar su bendición a Esaú, aunque el Señor habÃa escogido a Jacob. Cada vez que escuchamos la historia de cómo Jacob "robó" la primogenitura de Esaú, rápidamente vemos a Jacob como el malo, ¡especialmente cuando su madre lo ayuda a engañar a su padre para que también le dé la bendición! Sin embargo, si hacemos una pausa y vemos la totalidad de la historia, Dios le habÃa contado a Rebeca directamente de sus planes para los niños. Por lo tanto, cuando vio el plan de su esposo de darle la bendición a Esaú independientemente de lo que Dios habÃa dicho, tal vez sintió la necesidad de intervenir. Esaú habÃa vendido su primogenitura a Jacob por un plato de estofado, y aunque Isaac querÃa que su primogénito tuviera la bendición que era "legÃtimamente" suya, Dios siempre ve el corazón y eligió al hijo que serÃa el mejor para cumplir su plan, y que le traerÃa honor y gloria a Él.
Nosotros, como padres, tenemos un papel muy importante en moldear las vidas de nuestros hijos. A veces podemos tratar de influir en sus decisiones de vida de acuerdo con nuestros propios deseos, sin embargo, Dios ya tiene un plan para ellos. Nuestro trabajo es simplemente guiarlos y enseñarles a escuchar y obedecer la voluntad de Dios. Nuestro Padre Celestial realmente sabe mejor, y cuando podamos creer y confiar en eso, seremos los instrumentos que Dios usa para ayudar a nuestros hijos a convertirse en quienes Dios quiere que sean.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu plan perfecto, no solo para mi vida, sino también para mis hijos. Por favor, evita que trate de influir en ellos con mis propios deseos, pero en su lugar confiar en ti con cada detalle de sus vidas y saber que tu camino siempre es el mejor. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1. Génesis 25:23 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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