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Julio 25, 2023

Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.¹

La vida está llena de estaciones, más que solo las que cambian de temperatura; aunque definitivamente hay estaciones cálidas y frías a lo largo de nuestras vidas. Hay temporadas que vienen con la edad: infancia, adolescencia, edad adulta y otras estaciones que están relacionadas con nuestro trabajo del momento, ya sea la escuela, la carrera o la jubilación. La mayoría de las veces son nuestras relaciones las que marcan nuestras estaciones. Podemos estar de novios o felizmente casados; en la montaña rusa de la paternidad, o cuidando tiernamente a padres ancianos; Tal vez tu temporada es siendo los padres ancianos. Muchas veces, nuestra temporada puede estar llena de alegría, risas y recuerdos; Otras temporadas parecen estar llenas de pruebas, momentos difíciles y muchas lágrimas. Durante esos tiempos difíciles, puede ser difícil apreciar esa temporada o enfocarse en lo que Dios puede estar tratando de enseñarnos. Los primeros capítulos de Eclesiastés nos recuerdan que nada es una sorpresa para Dios porque él ha hecho todo en su tiempo perfecto. Ni siquiera podemos comenzar a comprender la grandeza de Sus planes para nosotros, pero tenga la seguridad de que ya sea que nuestras estaciones estén llenas de alegría o tristeza, Dios está en control. De hecho, ¡Él planeó perfectamente esa temporada para nuestro crecimiento y beneficio!

Si miramos hacia atrás en temporadas pasadas, es fácil ver la mano de Dios en nuestras vidas y la belleza de Su plan. A veces podemos ver Su belleza brillante y clara y otras veces Su belleza brilla como una luz nocturna en nuestra oscuridad. Permite que la carta de amor de Dios, Su Palabra, te llene de consuelo durante cada temporada. Durante las estaciones "cálidas", permita que Su Palabra lo guíe y lo bendiga. En las estaciones "frías", deja que Su Palabra sea tu cobertura y tu fortaleza. En cualquier época, Dios nos está moldeando en los vasos que Él necesita para darle gloria. Por lo tanto, ¡encuentra la belleza en cada estación y abraza todas las estaciones de la vida porque son un regalo de Dios!

Oración sugerida: Querido Señor, qué reconfortante es saber que no necesito preocuparme por lo que está sucediendo en mi vida porque has medido todo perfectamente. Sabes cuándo necesito un empujón y cuándo necesito un abrazo. Has planeado cuidadosamente mis temporadas para tu gloria y en ti puedo descansar. Gracias por amarme tanto. En el nombre de Jesús, Amén.

1.    Eclesiastés 3:11 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.