Encuentros Diarios
Agosto 14, 2023
Agotamiento
Cada vez él me dijo: "Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad…”1
"Emocionalmente, a veces hemos trabajado un día completo en una hora", escribe Zack Eswine en su libro El Pastor Imperfecto. Aunque se refería a las cargas que los pastores a menudo llevan, creo que esto también es cierto para nosotros. Las situaciones difíciles o las responsabilidades pesadas a menudo nos dejan mental, física, emocional y espiritualmente agotados.
Me encontré sintiendo este agotamiento la semana pasada. Acabábamos de salir de un fin de semana lleno de ministerio, lo cual fue increíble, pero ya estaba sintiendo el cansancio físico. Luego entré en una nueva semana con mi carga de trabajo, cuidando a nuestros 3 hijos, preparándome para el nuevo año de educación en el hogar, administrando nuestro hogar, etc. ¡y comencé a sentirme un poco abrumada! Algunas noches trabajaba hasta la medianoche porque era el único momento en que realmente tenía el tiempo de silencio necesario para concentrarme. Hubo un par de veces que le dije al Señor: "¡Por favor, dame la fuerza y la energía que necesito para completar las tareas que tengo ante mí!"
Me acordé de Elías en 1 Reyes 19:1-9. Elías había matado a los profetas de Baal, y ahora Jezabel amenaza con matarlo. Asustado, Elías corre por su vida. Finalmente llega a un arbusto, se sienta debajo de él y ora para que pueda morir. Él le dice al Señor en el versículo 4: "¡Estoy harto, Señor!". Luego se acuesta y se duerme. El ángel del Señor viene a él dos veces y le dice que se levante y coma. Después de sentirse abrumado y agotado, el Señor se encuentra con Elías y le da la fuerza que necesita para continuar.
¿Alguna vez has sentido este agotamiento? A veces nosotros también necesitamos permitir que el Señor sea nuestra fortaleza en la debilidad y ser alentados por Él. Con Elías, el Señor envió un ángel. Para nosotros puede venir en forma de una conversación con un amigo o ser querido, una canción de adoración que escuchamos, o simplemente viniendo a Dios en oración y permitiéndole que nos hable. Cualquiera que sea la situación, recordemos que nuestra fuerza viene del Señor. Clama a Él porque Él responderá.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por ser mi fortaleza cuando no me queda nada. Eres fiel y nunca nos dejas ni nos abandonas. Gracias porque siempre podemos confiar en que nos encuentras donde estamos. Eres un buen Padre que se preocupa por nosotros. En el nombre de Jesús oramos, amén.
1. 2 Corintios 12:9.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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