Encuentros Diarios
Agosto 21, 2023
Conociendo tus dones
"No sean egoÃstas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes."1
"No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo."2
J Vernon McGee da la siguiente ilustración de la humildad de la mente y añade una aplicación práctica.
Se cuenta la historia de un grupo de personas que fueron a ver la casa de Beethoven en Alemania. Después de que el guÃa turÃstico les mostró el piano de Beethoven y terminó su conferencia, preguntó si a alguno de ellos le gustarÃa subir y sentarse al piano por un momento y tocar un acorde o dos. Hubo una repentina carrera hacia el piano por parte de toda la gente, excepto un caballero de cabello gris, largo, y suelto.
El guÃa finalmente le preguntó: "¿No te gustarÃa sentarte al piano y tocar algunas notas?" Él respondió: "No, no me siento digno".
Ese hombre era Paderewski, el gran estadista y pianista polaco y el único hombre del grupo que era realmente digno de tocar el piano de Beethoven.
McGee continúa diciendo: "¿Con qué frecuencia los santos se apresuran y hacen cosas cuando no tienen don para hacerlas? Decimos que tenemos dificultades para encontrar personas que hagan el trabajo de la iglesia, pero hay otro extremo: personas que intentan hacer cosas para las que no tienen dones. Necesitamos caminar en la humildad de mente".
Cuando descubrimos los dones que Dios nos ha dado, debe ser un privilegio cada vez que tenemos la oportunidad de usarlos. Sin embargo, también debemos tener humildad para admitir cuando algo no es nuestro fuerte y animar a aquellos que poseen el don a enfrentar la tarea. DeberÃamos pensar en la colaboración, no en la competencia. ImagÃnese las cosas asombrosas que podrÃan lograrse cuando cada miembro del cuerpo de Cristo usara sus dones, no por ambición egoÃsta, sino para edificar a otros y crecer el Reino de Dios.
Oración sugerida: Señor, gracias por los dones que me has dado. Ayúdame a nunca subestimar o sobreestimar estos dones y usarlos humildemente para tu gloria. Ayúdame también a animar a otros a usar sus dones, incluso cuando no se sientan lo suficientemente seguros o "dignos". Que todo lo que hago se haga con amor y para honrarte. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1. Filipenses 2:3 (NTV).
2. Efesios 4:7 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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