Encuentros Diarios
Agosto 31, 2023
Vuelve a levantarte
Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.1
Hace poco escuché la historia de una mujer joven que habÃa tenido un accidente automovilÃstico cuando era muy joven y ahora dependÃa de muletas para ayudarla a caminar. Cuando era niña y querÃa correr y jugar, se habÃa sentido muy frustrada. Sin embargo, poco a poco se acostumbró a lo que iba a ser su "suerte en la vida". Cuando era joven, asistÃa a la Iglesia regularmente y habÃa desarrollado una estrecha relación con el Señor. A lo largo de los años, se habÃa convertido en una guerrera de oración y sus amigos sabÃan que podÃan acudir a ella cuando estaban sufriendo o simplemente necesitaban un oÃdo atento. Recordó un momento en que se le acercó alguien que le confió que habÃan estado luchando con la mentira. La persona se sentÃa desanimada; sintiendo que no importaba cuánto trataran de hacer la voluntad de Dios, seguÃan fallando; cayendo continuamente de nuevo en el mismo pecado. La joven escuchó la confesión y consideró su propia situación. ¿Cuántas veces habÃa luchado con su discapacidad? ¿Cuántas veces se habÃa caÃdo, literalmente, de tratar de caminar sola? Claramente habÃa necesitado confiar en sus muletas al igual que su amiga habÃa necesitado confiar en Dios para ayudarla a evitar que se cayera.
El pecado es una situación difÃcil que estará con nosotros hasta el dÃa en que dejemos este mundo, por lo que debemos aprender a confiar en Dios y confesarle los pecados que continuamente nos hacen tropezar y hacernos caer. Cuando se encuentran volviendo al mismo mal hábito, o permitiéndose ser complacientes con sus errores, es cuando es hora de entregárselo al Señor. Confiesa ese pecado, pÃdele perdón a Dios y luego pÃdele la fuerza de voluntad para evitar que vuelvas a él. Dios promete estar con nosotros cuando lo invocamos; y debido a que el objetivo de Satanás es mantenerte abajo, ¡debemos seguir tratando de levantarnos! El Salmo 37:31 dice que cuando Han hecho suya la ley de Dios, por eso, nunca resbalaran de su camino. ¡Deja que esa sea tu fuente de aliento hoy!
Oración sugerida: Amado Señor, te confieso el pecado que me pone ansioso. Te pido que me ayudes a confiar únicamente en ti para ayudarme a superar esos momentos de tentación de hacer lo que sé que te desagrada. Dame la fuerza para vencer mi pecado y darte honor. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Filipenses 2:13 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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