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Septiembre 19, 2023

Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.¹

Esta semana comienza la temporada de otoño y con ella viene la cosecha de todas nuestras frutas y verduras favoritas de otoño. Recoger manzanas es una actividad familiar favorita, pero hay un par de reglas a seguir; Por ejemplo: recoger las manzanas grandes y maduras sólo de los árboles y no las que han caído al suelo. Cuando hay una cuota que cumplir, o una cierta cantidad de manzanas que recoger en un cierto período de tiempo, puede ser muy tentador salir adelante recogiendo esas manzanas "buenas" que están en el suelo. Aunque las manzanas en el suelo parecen atractivas, cuando cayeron al suelo, se magullaron. Esas manzanas magulladas se pudrirán rápidamente y lo más probable es que afectaran todas las manzanas en la canasta.

Muchas cosas en la vida son como esas manzanas. La gente, incluso los cristianos, trabajan muy duro para obtener muchas cosas terrenales agradables. Pero, como esas manzanas magulladas, las cosas terrenales no se mantienen. El mundo define las cosas "buenas" como tener la mejor ropa y autos, dinero, popularidad o una buena carrera. Aunque esas cosas son agradables de tener, solo duran poco tiempo. Hacer y elegir cosas que agradan a Dios asegurará un tesoro duradero. Dios desea que trabajemos por recompensas eternas y celestiales. Su lugar de trabajo es más que una forma de ganar dinero, también puede funcionar como una forma de compartir a Cristo con los demás. ¡Sus acciones y actitudes son el mayor testimonio que tenemos! Dios no se opone a nuestros éxitos. Pero cuando nuestro éxito toma el lugar de Dios en nuestras vidas, comenzamos a echarnos a perder, y en ese momento comenzamos a dar frutos podridos en lugar de buenos. Jim Elliot dijo una vez: "Solo una vida, pronto pasará. Sólo lo que se hace por Cristo durará.

Oración sugerida: Amado Señor, me has bendecido con todo lo que necesito, y me provees diariamente. Soy culpable de preferir las cosas "buenas" que este mundo ofrece en lugar de buscar formas de promover tu reino. ¡Ayúdame a buscarte primero y, a su vez, disfrutar de las bendiciones que tienes reservadas para mí! En el nombre de Jesús, Amén.

1.    Colosenses 3:2.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.