Encuentros Diarios
Octubre 03, 2023
La imagen perfecta de paz
"¡Tu guardaras en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”1
Hace mucho tiempo, un hombre buscó la imagen perfecta de paz. Al no encontrar uno que lo satisficiera, anunció un concurso para producir esta obra maestra. El desafío despertó la imaginación de artistas de todo el mundo, y las pinturas llegaron de todas partes. Finalmente llegó el gran día de la revelación. Los jueces descubrieron una escena pacífica tras otra, mientras los espectadores aplaudían y vitoreaban.
Las tensiones crecieron. Sólo dos cuadros permanecían cubiertos.
Cuando un juez quito la cubierta de uno, un silencio cayó sobre la multitud. Un lago liso como un espejo reflejaba abedules verdes de encaje bajo el suave rubor del cielo nocturno. A lo largo de la orilla cubierta de hierba, un rebaño de ovejas pastaba sin ser molestado. Seguramente este era el ganador.
El hombre que originalmente buscaba la paz reveló la última pintura él mismo, y la multitud jadeó sorprendida. ¿Podría ser esto paz?
Una tumultuosa cascada caía por un precipicio rocoso; La multitud casi podía sentir su rocío frío y penetrante. Las nubes grises tormentosas amenazaban con explotar con rayos, viento y lluvia. En medio de los ruidos atronadores y el frío amargo, un árbol delgado se aferró a las rocas al borde de las cataratas. Una de sus ramas se extendía frente a las aguas torrenciales como si tontamente buscara experimentar todo su poder.
Un pajarito había construido un nido en el codo de esa rama. Contenta y sin ser molestada en su entorno tormentoso, descansaba sobre sus huevitos. Con los ojos cerrados y las alas listas para cubrir a sus pequeños, manifestaba una paz que trasciende toda agitación terrenal.
La paz no es la ausencia de tormentas en nuestras vidas; en cambio, la paz es descansar seguro en los brazos de Dios y conocer Su presencia en medio de todo. Es posible que no siempre podamos escapar a un lugar de tranquilidad, pero siempre podemos elegir confiar en Aquel que nos cuida.
Oración sugerida: Padre celestial, cualesquiera que sean las tormentas que me rodean hoy, te pido que me ayudes a fijar mis pensamientos solo en ti y descansar en tu perfecta paz. Gracias por cuidarme, por tu seguridad y tu gran amor. En el nombre de Jesús, amén.
1. Isaías 26:3 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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