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Octubre 17, 2023

"Mi mandato es: ‘¡Se fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas’."¹

La película favorita de Disney de mi hija es El Rey León, pero odia la escena en el desfiladero cuando muere el padre de Simba. Esta escena en su totalidad es bastante abrumadora. Comienza con una mentira; El tío malvado le dice al joven cachorro que su padre lo está esperando, pero es una trampa. Simba es abordado por un grupo de hienas que buscan su almuerzo. El pequeño león, en un intento de defenderse, les ruge. Sin embargo, su pequeño rugido poco desarrollado, por no decir lindo, solo hace reír a las hienas. Simba vuelve a intentar su rugido solo para provocar más risas y bromas de sus posibles depredadores. Luego, reuniendo todo su coraje, deja escapar su mejor rugido. ¡El sonido que emerge es grande y poderoso! Los enemigos se dan la vuelta y huyen, no por el rugido, sino porque su padre, el gran rey león, había llegado detrás de su hijo y Simba estaba a salvo a la sombra de su padre poderoso.

En el Antiguo Testamento, después de la muerte de Moisés, Josué se convirtió en el nuevo líder de los israelitas y se le asignó la tarea de guiarlos a una nueva tierra. Había caminado junto a Moisés y sabía que no eran personas fáciles de guiar y temía las dificultades que seguramente encontraría en el camino. Pero en el primer capítulo de Josué, vemos al Señor preparando amorosamente a Josué para asumir esta gran tarea. En el versículo 5, el Señor le asegura diciendo: "Nadie podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallare ni te abandonare." Insta a Josué a ser fuerte y valiente, pero al mismo tiempo promete no apartarse nunca de su lado. No estoy segura de ti, ¡pero creo que me sentiría más empoderada sabiendo que tengo al Todopoderoso a mi lado! Sin embargo, Dios también advierte a Josué en el versículo 8 diciendo que no debe descuidar las Palabras de Dios porque solo entonces prosperaría y tendría éxito.

Nuestros enemigos no tienen poder contra nosotros cuando estamos a la sombra de nuestro Gran Dios. Él peleará cada batalla por nosotros siempre y cuando permanezcamos cerca de Él. Ya peleó, y ganó, la batalla más grande de todas; la batalla que te dio la salvación eterna a través de Jesucristo. Ni siquiera la muerte pudo derrotarlo. El diablo nos alimentará con toda mentira y nos tenderá toda trampa para atraernos al pecado, pero mientras permanezcamos en la Palabra de Dios, Él nos dará la fuerza y el coraje para dejar escapar nuestro mejor rugido, sabiendo que nuestro Padre Dios está a nuestro lado.

Oración sugerida: Querido Padre Celestial, gracias por tus promesas. Sin Ti soy pequeño y débil, pero en Ti soy fuerte. Hoy, busco estar cerca de ti y reclamo la promesa de que estás conmigo dondequiera que vaya. En el nombre de Jesús, Amén.

1.    Josué 1:9 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.