Encuentros Diarios
Octubre 18, 2023
Estimando a los demás
"Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sà mismo."1
Wynton Marsalis es un trompetista, compositor e instructor musical estadounidense. Ha invertido tiempo en la enseñanza de música clásica y jazz a audiencias más jóvenes. Pasa de bandas de institutos a los conservatorios de música más prestigiosos. Una vez que la banda se instala, les dice que toquen algo. No dice nada; Él solo escucha. Por lo general, tocan una canción que dura de cuatro a cinco minutos, pero todos tocan un solo que luego hace que la canción dure de ocho a diez minutos. Cuando terminan, pregunta si alguien puede decirle qué tocó el primer o segundo solista. El cien por ciento de las veces no pueden decÃrselo, no el 99.9% de las veces, ¡sino el cien por ciento de las veces! En 15 años nadie ha sido capaz de decirle lo que tocó el primer o segundo solista.
Luego pregunta qué estaban haciendo si no escuchaban el solo. ¿Estaban interesados en lo que esta persona estaba tocando? ¿Estaban tocando algo relacionado con lo que esta persona estaba tocando? Luego lleva la lección a casa diciendo que las decisiones que toman en la banda son las mismas que tomarán en la sociedad. Puedes ser el mejor solista del mundo, pero si no tienes a nadie con quien tocar, no vas a sonar bien.
Como cristianos, somos llamados a valorar a los demás por encima de nosotros mismos, lo cual es una forma de amar a los demás. Sin embargo, amar a los demás puede ser extremadamente difÃcil a veces. Incluso cuando normalmente nos gusta alguien, puede ser difÃcil amarlo. Una de las razones por las que luchamos tanto para amar o mostrar interés genuino por los demás es por el pecado. Somos criaturas caÃdas, y si no fuera por Dios y su poder transformador, somos egoÃstas por naturaleza, y amarnos a nosotros mismos es más natural que amar a los demás. Muchas veces pensamos en el amor como una respuesta emocional, pero eso no es lo que es el verdadero amor. Nuestras emociones cambian constantemente y no siempre podemos controlarlas. Sin embargo, el tipo de amor que Dios nos llama a tener por los demás es el mismo tipo de amor sacrificial que Él tiene por nosotros. Un amor que no se basa en merecerlo o ser digno de ser amado, sino en uno que elige voluntariamente amar sin importar los defectos. Este amor no se puede lograr a menos que permanezcamos en Cristo y Él en nosotros; confiando intencionalmente en Dios y Su poder para que Su amor se manifieste a través de nosotros.
Aprendamos a escuchar a los demás, quitemos el enfoque de nosotros mismos y aprendamos a valorar y amar a los que Dios ha puesto a nuestro alrededor.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por tu amor incondicional e inagotable. A pesar de que no lo merecÃa, Tú me amas voluntariamente. Ayúdame a permanecer en ti, para que tu amor pueda ser transmitido a los demás a través de mÃ. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1. Filipenses 2:3 (RVR1960).
El Encuentro de Hoy fue escrito por: Crystal B.
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