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Octubre 25, 2023

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.

Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.¹

Hace unos años, llevamos a nuestros hijos a Disneylandia. Nuestra hija menor tenía 3 años y no tenía miedo a la hora de subirse a las montañas rusas. Estaba preparada para cualquier desafío, y esto hizo que la visita fuera mucho más agradable para sus hermanos mayores. Unos años más tarde, regresamos al "Lugar Feliz" solo para descubrir que esa misma niña, ahora de 8 años, había llegado a temer cada una de las atracciones que había disfrutado anteriormente. Había olvidado la emoción que había sentido antes, ya que ahora habían sido reemplazadas por la ansiedad y el miedo. Cada vez que se animaba a intentarlo de nuevo, se aterrorizaba y se volvía hacia nosotros, sus padres, llorando. No hace falta decir que esta visita hizo que sus hermanos se frustraran con ella, ya que ahora no podían disfrutar plenamente de las atracciones con todos.

Experimentamos miedo por todo tipo de cosas, y en todas las diferentes etapas de la vida nos espera una nueva montaña rusa. Ya sea saliendo al gran mundo por primera vez o la muerte de un ser querido, todos hemos sentido miedo muchas veces. Durante esos momentos en los que nos hemos enfrentado a esos grandes y aterradores momentos, es posible que hayamos necesitado recurrir a alguien en busca de consuelo o aliento. Puede ser un momento confuso e incluso podemos habernos preguntado: "¿Dónde está Dios en este momento?" Pero, entender que Dios siempre está ahí es lo que traerá paz a nuestros corazones. A veces, sin embargo, nos permite enfrentar los momentos de miedo para que podamos crecer; a veces es porque Él ve el panorama general y sabe que esta experiencia difícil nos está preparando para el futuro. Sea lo que sea, Dios ya tiene un propósito para ello. ¡Podemos tener paz con la certeza de que lo que tememos hoy, Dios está de alguna manera obrando para nuestro bien!

Este año, mientras nos preparábamos para nuestra visita a Disney, mi hija se me acercó y me dijo: "Mamá, hay algunas atracciones que todavía no estoy lista para probar, pero intentaré todo lo demás siempre y cuando viajes conmigo". Sabía que no la obligaría a intentar nada que la asustara y que la paz le permitía a ella (y a sus hermanos) pasar un rato memorable. De la misma manera, Dios "cabalgará" a tu lado a través de cada circunstancia temible y no necesitas temer lo desconocido porque Él ya conoce el fin.

Oración sugerida: Querido Señor, la vida puede ser aterradora y me da mucha paz saber que puedo confiar en ti para que me lleves de la mano en cada paso del camino. Cuando la duda inunda mi mente y el desaliento es todo lo que siento, estás ahí para fortalecerme y recordarme que no tengo nada que temer. Gracias, Padre. En el nombre de Jesús, Amén.

1.    Isaías 41:10 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.