Encuentros Diarios
Noviembre 10, 2023
No se inquieten por nada
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.â€1
A diario, abrimos la puerta de nuestro corazón lo suficiente para que la ansiedad entre y se acomode, nos hace perder el tiempo, el sueño, y la concentración al distraernos con problemas que magnificamos. En el pasaje de hoy, el apóstol Pablo nos llama a vivir de una manera diferente: no debemos inquietarnos por nada. Otras versiones de la Biblia dicen que no nos preocupemos por nada, o que no estemos ansiosos.
La ansiedad magnifica nuestros problemas y minimiza nuestra capacidad de enfocarnos en Dios. Nos impide ver el poder y la soberanÃa de Dios en medio de nuestras circunstancias. Pablo tenÃa muchas razones para estar ansioso, pero sabÃa que la ansiedad nos lleva por un camino peligroso que conduce al miedo, la duda, y la desesperación. Cuando estamos ansiosos, la preocupación acapara nuestra mente en lugar de concentrarnos en Dios y de lo que él es capaz de hacer. Pablo nos dice que la manera de combatir la ansiedad es primero tomar una decisión consciente de no estar ansioso. Es más fácil decirlo que hacerlo, ¡pero si se puede lograr! Requiere que enfrentemos cada circunstancia incontrolable y su posible resultado con la confianza de que Dios sabe lo que está haciendo.
En este punto nos vemos obligados no solo a leer las Escrituras, sino a aferrarnos a ellas. Esto significa que tenemos la opción de creer que Dios es Soberano y siempre tiene un plan mejor que el de nosotros, aunque el resultado no sea el que deseemos.
En lugar de utilizar el tiempo alimentando la ansiedad, Pablo nos llama a la oración, la súplica, y la acción de gracias, y cuando decidimos ponerlas en práctica, podemos experimentar la paz que Pablo describe.
Cuando llegue la ansiedad a nuestras vidas, recordemos que somos llamados a enfocarnos en un Dios digno de confianza en lugar de preocuparnos por un futuro desconocido. Abre hoy tu corazón en oración y recibe la paz que Dios te quiere dar.
Oración sugerida: Precioso Señor Jesús, te doy gracias porque nada se escapa de tu control. Los tiempos son difÃciles y esto me genera ansiedad, pero Pablo es claro en su carta a los Filipenses y me anima a no inquietarme por nada, sino que en toda ocasión con oración y ruego te presente mis peticiones y te dé gracias. En el precioso nombre de Jesús, Amén.
1. Filipenses 4:6.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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