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Encuentros Diarios
Diciembre 05, 2023
Esperar pacientemente
Guarda silencio ante el Señor y espera en el con paciencia…1
El árbol está adornado con una estrella en la parte superior; Los pasillos están adornados con luces y lazos de colores. Suenan villancicos y los dulces olores de canela y pino llenan el aire. Si su hogar está bendecido con niños pequeños, la espera del dÃa de Navidad está llena de anticipación, y ese tiempo de espera puede volverse insoportable a medida que su impaciencia inocente se adelgaza. Nos escuchamos a nosotros mismos repitiendo, "todavÃa no", o incluso redirigiendo su enfoque a otras actividades que pueden ser igual de satisfactorias. Los adultos podemos identificarnos porque todos hemos tenido que practicar la paciencia en algún momento. ¿Has escuchado el dicho: "La paciencia es una virtud"? No es solo un dicho; está catalogado como un fruto del EspÃritu (Gálatas 5:22).
A veces Dios quiere ayudarnos a edificar nuestra paciencia; el aumento de la paciencia edifica nuestro carácter y nos hace más semejantes a Jesús. La Navidad, la celebración del nacimiento de nuestro Salvador, es un momento perfecto para esforzarse por ser más como Jesús. Dios desea que aprendamos a confiar en Él. Él quiere que nos apoyemos en él por completo. Cuanto más confiemos en Su sabidurÃa y Su plan, más rápido nos acomodaremos en los momentos del "todavÃa no". Asà como ese niño en Navidad sabe que grandes cosas están por venir, cree que Dios tiene grandes cosas reservadas para ti. Esperar cualquier cosa puede traer incertidumbre. Esperar que Dios responda a una oración o súplica nos puede robar el gozo de buscarlo en el "proceso de espera". Nos perdemos la belleza de las decoraciones y el ambiente alegre cuando permitimos que nuestra impaciencia gobierne nuestro dÃa. En lugar de eso, entrega tu espera a Dios. Ponga su mirada en el reino de Dios primero (Mateo 6:33) y en los maravillosos dones que Él tiene reservados para usted. Dios a menudo nos dirá que esperemos; Puede decir "todavÃa no". A menudo tiene que redirigir nuestro enfoque por un tiempo y darnos uno nuevo, uno que puede ser igual de satisfactorio. Cuando ponemos Su reino en primer lugar, somos más sensibles a Su plan para nosotros durante este tiempo de espera. Esperar pacientemente mantiene nuestros corazones humildes y vueltos hacia Dios, ¡y la anticipación de Su llegada no tiene precio!
Oración sugerida: Querido Padre Celestial, Tú tienes planes más grandes reservados para mà de lo que puedo imaginar. Espero Tu llegada con alegrÃa. Ayúdame a ser paciente y a disfrutar de cada una de tus bendiciones a medida que me llegan. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Salmos 37:7a (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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