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Diciembre 07, 2023

No tengas miedo, María – le dijo el ángel - ¡porque has hallado el favor de Dios! Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesus.¹

Me pregunto si la visita del ángel Gabriel a María le pareció un sueño después de su partida. Debió de repasar una y otra vez cada palabra que intercambiaron en su corazón; tratando de encontrarles sentido. Lo único a lo que podía aferrarse era a un nombre: Jesús. Puedo imaginarla repitiendo el nombre durante todo su embarazo, probando el nombre con su propia voz hasta que se volvió más familiar que la suya. Tal vez llevar el nombre de su bebé en su corazón le trajo consuelo en los días en que comenzó a sentirse abrumada por la magnitud de convertirse en Su madre. Aunque estaba asustada y más que un poco confundida, creía en la promesa de Dios.

Aprendí lo importante que puede ser un nombre durante el embarazo de mis propios hijos. Durante los primeros meses, mientras "el bebé" crecía dentro de mí, no tenían una identidad real para mí. Todo parecía un sueño. Aunque la emoción de tener un bebé era indescriptible, era difícil imaginar sus caritas sin nombre. Pero en el momento en que comenzamos a elegir un nombre para nuestro pequeño, la llegada de este nuevo miembro de la familia de repente se volvió muy real. El nombre del bebé selló su identidad para mí. Aunque no sabía si estábamos esperando un niño o una niña, la idea de poder llamarlos por su nombre significaba que finalmente había formado una conexión tangible con ellos.

María supo el nombre de su bebé desde el primer día. Qué maravilloso debe haber sido para ella haber sido capaz de establecer una conexión personal, por no decir espiritual, con Él desde el principio. Su nombre no era un nombre ordinario y no solo selló Su identidad para ella, sino que desde el primer momento en que ella pronunció Su nombre, selló su eternidad. Desde el momento en que el ángel le dio la Buena Noticia, ella se llenó literalmente del Amor de Dios. ¡El bebé de María era el Mesías, el Salvador, el Rey del Cielo! ¡Su nombre es Jesús!

Oración sugerida:

... Cuan hermoso su nombre es, cuan hermoso su nombre es, el nombre de Jesús mi Rey. Cuan hermoso su nombre es, nada se iguala a Él, cuan hermoso su nombre es no hay otro nombre.²

1.    Lucas 1:30-31 (NTV).

2.    Canción "Hermoso Nombre" de Hillsong En Español, 2017

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.